Según el periódico Welt am Sonntag, el gobierno federal, en respuesta a una pregunta parlamentaria, dijo que consideraba el impuesto como "una posible solución".
Muchos de los 16 estados alemanes también han indicado su apoyo en principio a la idea de que sería similar al "impuesto eclesiástico cristiano voluntario" ya presente en la ley alemana.
En los últimos años, han aumentado las preocupaciones en Alemania sobre la influencia de las fuentes extranjeras de financiamiento en las mezquitas del país, que provienen principalmente de Turquía y los países árabes.