El jefe del Poder Judicial de Irán destaca el fracaso de los complots de los enemigos
El jefe del Poder Judicial de Irán destaca el fracaso de los complots de los enemigos durante las cuatro décadas desde la victoria de la Revolución Islámica.
“Durante estos 40 años, los enemigos han llevado a cabo muchas conspiraciones y sediciones, una de las cuales fue la guerra de ocho años” impuesta por el entonces régimen de Irak a Irán (1980-1988), ha dicho este domingo el ayatolá Seyed Ebrahim Raisi.
El alto funcionario persa ha realizado tales declaraciones durante una ceremonia que ha tenido lugar en el mausoleo del Imam Jomeini, en el sur de Teherán (capital persa), donde tanto él mismo como otras autoridades han renovado su lealtad a los ideales del difunto Fundador de la República Islámica y los mártires iraníes, en el 41.º aniversario de la victoria de la Revolución Islámica.
Según Raisi, pese a los complots enemigos, gracias a Dios y con el liderazgo del Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, y la sabiduría del pueblo persa, Irán cosechó muchos éxitos.
En su discurso, Raisi también se ha referido a las exequias en honor del ya excomandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el teniente general Qasem Soleimani, que fue asesinado el 3 de enero en una operación terrorista efectuada por EE.UU. en Bagdad (capital iraquí).
El presidente del Poder Judicial ha subrayado que, con su masiva presencia en dichas honras fúnebres, los iraníes enviaron un mensaje a la gente del mundo entero: resistencia. Hoy en día, ha proseguido, tanto el Gobierno como el pueblo de Irán tienen la voluntad para resistir ante los enemigos.
Por otro lado, ha puesto énfasis en la necesidad de prestar atención a las demandas del pueblo y luchar con denodado esfuerzo contra la corrupción.
En declaraciones pronunciadas durante la misma ceremonia, el presidente de Irán, Hasan Rohani, ha hecho hincapié en que el pueblo persa cree que la resistencia es la única forma de superar la opresión política y económica de los enemigos.
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