De acuerdo al sitio CAIR, el Consejo de Relaciones Islámico-Americanas ha demandado a la comunidad internacional a intervenir para reducir los sufrimientos de cerca de un millón de musulmanes que se encuentran en Birmania o refugiados en Bangladesh.
De acuerdo a un informe publicado por el Observatorio de los Derechos Humanos, las fuerzas de seguridad birmanas han empezado desde hace dos meses una nueva ola de violencia contra los musulmanes de este país, violencia que dejado muchos muertos y a obligado a más de 100 mil personas ha abandonar sus viviendas.
El president birmano Thein Sein ha anunciado que la única solución al problema es enviar a los musulmanes birmanos a otros países.
En una carta enviada al presidente birmano, el director ejecutivo del CAIR, Nihad Awad, ha señalado que el gobierno de su país debería poner fin rápidamente a las violaciones de los derechos humanos, cometidos por las fuerzas de seguridad de Birmania contra los musulmanes, y permitir el acceso a las zonas de conflicto a los organismos internacionales; así como a los observadores internacionales.
En otra carta enviada al primer ministro de Bangladesh, Shaikh Hasina, Awad escribe: «El gobierno bengalí debe ayudar a los refugiados con el apoyo de la comunidad internacional.»
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