
En declaraciones a IQNA, Rastandeh destacó la importancia del Sermón de Sha’baniyah, un conocido discurso pronunciado por el Profeta Muhammad (pbd) el último viernes de Sha’ban, en el que subrayó las virtudes del Ramadán. “El Profeta describió el Ramadán como ‘un mes de bendiciones, misericordia y perdón’, en el que los creyentes están invitados a ser huéspedes de Dios”, dijo.
Según Rastandeh, el Corán se refiere al Ramadán como una temporada propia, ya que fue durante este mes cuando se reveló el libro sagrado. “El Imam al-Baqir (p) dijo: ‘Toda creación tiene una primavera, y la primavera del Corán es el mes de Ramadán’. Este es el mes en el que la misericordia divina se concede abundantemente”, explicó.
Enfatizó que el ayuno no es solo un acto de adoración sino también un medio de autodisciplina. “El Profeta (saw) afirmó que ‘vuestras respiraciones en Ramadán son glorificaciones, vuestro sueño es adoración, vuestras acciones son aceptadas y vuestras oraciones son respondidas’. Aconsejó a la gente que busque la ayuda de Dios ayunando y recitando el Corán con sinceridad y corazones puros”.
Rastandeh señaló que el sermón alienta los actos de caridad y responsabilidad social. “El Profeta instó a los creyentes a ‘dar caridad a los pobres, honrar a los ancianos, mostrar bondad a los jóvenes y mantener los lazos familiares’. También insta a la necesidad de controlar el habla, la vista y las acciones”.
Según él, una de las lecciones clave del Ramadán es la empatía por los menos afortunados. “El Profeta instruyó a sus seguidores a recordar el hambre y la sed del Día del Juicio experimentando el ayuno en este mundo. También dijo: ‘Sean amables con los huérfanos para que sus huérfanos puedan recibir bondad a cambio’”.
En cuanto al acto más virtuoso durante el Ramadán, Rastandeh citó un intercambio entre el Imam Ali (p) y el Profeta. “Cuando el Imam Ali (p) preguntó sobre la mejor acción en este mes, el Profeta respondió: ‘Oh Abu al-Hasan, la mejor acción es evitar el pecado’”.
Rastandeh destacó cinco puntos clave del Sermón de Sha’baniyah: reconocer el Ramadán como una invitación divina, valorar incluso las buenas acciones más pequeñas, practicar la bondad y la caridad, aliviar las cargas de los demás y, lo más importante, evitar el pecado. “El Profeta enfatizó que los pequeños actos de bondad en Ramadán conllevan inmensas recompensas. Dijo: ‘Recitar un versículo en este mes equivale a completar todo el Corán en otros meses’”.
También señaló el impacto social positivo del Ramadán. “Las estadísticas muestran que durante este mes, las disputas disminuyen, los tribunales se vuelven menos concurridos y los accidentes disminuyen. Este es un momento para el arrepentimiento, la autopurificación y la ayuda a los necesitados”.
Rastandeh concluyó animando a los creyentes a abrazar el espíritu del Ramadán. “Este es un momento de renovación espiritual, un mes para acercarse a Dios a través del ayuno, la oración y las buenas acciones”.
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