El grupo pro-palestino de trabajadores sanitarios había planeado realizar una conferencia de prensa para llamar la atención sobre la impactante negativa de Israel a proporcionar atención médica a los gazatíes, que han sido bombardeados indiscriminadamente, sometidos a hambre y asedio.
Los arrestos no fueron inesperados, ya que las voces pro-palestinas han sido objeto de persecución, acoso, procesos judiciales e incluso deportaciones en todo Estados Unidos, sin que se vislumbre un fin para esta discriminación patrocinada por el Estado.
Dado que Israel ha prohibido la entrada de periodistas extranjeros desde el inicio de su intento de genocidio en la Franja de Gaza, los trabajadores sanitarios han sido fundamentales para transmitir los hechos, a menudo horrendos, que ocurren sobre el terreno.
Un mes después de iniciada la ofensiva, los medios occidentales dominantes se negaron a creer que el régimen israelí violaría el derecho internacional bombardeando el Hospital Al-Shifa en Gaza.
Dieciocho meses después, la Organización Mundial de la Salud de las Naciones Unidas acaba de informar que al menos el 94 % de todos los hospitales en Gaza han sido dañados o destruidos, y que en el norte de Gaza no queda ningún hospital en funcionamiento para brindar atención médica.
Desde California hasta la capital, Estados Unidos continúa suprimiendo la expresión pro-palestina, causando un daño considerable a la reputación del país como supuesto bastión de la libertad de expresión.
https://iqna.ir/en/news/3493337