La Noche de Yalda, la Noche Más Larga del Año

IQNA - La Noche de Yalda es uno de los eventos tradicionales más celebrados en Irán, y marca la noche más larga del año. Cada año, entre el 20 y el 21 de diciembre, los iraníes celebran la llegada del invierno, la renovación del sol y la victoria de la luz sobre la oscuridad.

La Noche de Yalda es uno de los eventos tradicionales más celebrados en Irán, y marca la noche más larga del año. Cada año, entre el 20 y el 21 de diciembre, los iraníes celebran la llegada del invierno, la renovación del sol y la victoria de la luz sobre la oscuridad.

 

Durante la Noche de Yalda, las familias se reúnen —a menudo en casa del mayor— y permanecen despiertas toda la noche. Tradicionalmente se sirve sandía, granada y nueces secas, y durante la reunión se lee poesía clásica y mitos antiguos. La Noche de Yalda también se celebra en Afganistán, Tayikistán, Uzbekistán, Turkmenistán y algunos estados del Cáucaso como Azerbaiyán y Armenia.

 

Los orígenes de la Noche de Yalda

Shab-e yalda. Shab significa "noche" en persa, mientras que la palabra yalda proviene del siríaco y significa "nacimiento". Los orígenes de esta festividad no están claros: probablemente fueron los cristianos sirios quienes la introdujeron primero en Caldea y luego en Persia durante la era sasánida (224-636 d. C.). Los cristianos, a su vez, adoptaron esta celebración del mitraísmo, la religión nacida en Persia y extendida por todo el Imperio romano alrededor del año cero. Para los seguidores de esta religión, Mitra nacía en la noche más larga del año, y de esta celebración surgió la festividad del Dies Natalis Solis Invicti («Nacimiento del Sol Invicto»).

 

El mitraísmo se opuso al cristianismo por la primacía de la religión del Imperio hasta el edicto por el que Teodosio reconoció al cristianismo como religión de Estado (380 d. C.). Las numerosas mitreas en Roma (la de San Clemente es solo la más famosa) dan testimonio de la difusión de la religión de adoración al sol. La fecha de la Navidad cristiana está vinculada precisamente al culto del Sol Invictus. El obispo sirio Jacob Bar-Salibi escribe: «Era costumbre de los paganos celebrar el nacimiento del Sol el 25 de diciembre, en cuyo honor encendían hogueras como signo de festividad. Los cristianos también participaban en estas solemnidades. Cuando los eruditos de la Iglesia observaron que los cristianos estaban demasiado apegados a esta festividad, decidieron en concilio que la «verdadera» Natividad debía proclamarse ese día».

 

Irán, un entorno ideal para el encuentro y la socialización

Fue el papa Julio I quien anunció oficialmente en el año 337 que la Navidad se celebraría el 25 de diciembre, anteriormente el último día de celebración del nacimiento de Mitra. El orgullo de los iraníes lleva a algunos a afirmar que incluso la Navidad se inspira en su Shab-e Yalda. Esta festividad es, en cierto modo, un símbolo de cómo las religiones y las costumbres encuentran en Irán un entorno ideal para el encuentro y la socialización, a pesar de la falsa propaganda occidental.