El Gobierno de Alemania descalificó las declaraciones islamófobas de la facción populista de derecha «Alternativa para Alemania», recordando lo expresado en reiteradas ocasiones por la canciller Angela Merkel: «el Islam forma parte del país».
Steffen Seibert, portavoz del Gobierno enfatizó que el Estado «garantiza la libertad de religión y de culto».
Esta fue la reacción del Gobierno, a las declaraciones polémicas de Beatrix von Storch, vicepresidenta de Alternativa para Alemania.
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