El presidente francés afirmó durante una reunión con los autores de un libro sobre los ataques de París, que «Francia tiene un problema con el Islam».
La declaración del mandatario le ha generado una gran cantidad de críticas, incluso dentro de su propio partido, que tradicionalmente —en contraste con las posturas de Hollande— promueve la conciliación entre las minorías religiosas y étnicas, incluidos los musulmanes.
En Francia viven más de 5 millones de musulmanes, que representan casi el diez por ciento de la población del país.
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