
El Sagrado Corán, en el versículo 3 de la Sura Hud, afirma: «Pide perdón a tu Señor y arrepiéntete ante Él. Él te concederá el gozo hasta el plazo señalado y concederá Su Gracia a quienes lo merecen. Pero si te desvías, temo por ti el castigo de un Día terrible».
El pasaje sobre el plazo señalado indica el beneficio de la vida terrenal: Dios guía al hombre en la consecución de sus deseos terrenales, que se manifiestan en bendiciones como el sustento, la seguridad, la prosperidad, el honor y la dignidad.
La expresión «Matta'an Husna» se refiere a una vida placentera acompañada de paz espiritual, en contraste con quienes, rechazando el recuerdo de Dios, llevan una existencia amarga y miserable, a pesar de disfrutar de comodidades materiales.
De hecho, los bienes en manos de pecadores, utilizados para la corrupción y la sedición, no se consideran bendiciones genuinas.
El arrepentimiento y la búsqueda del perdón son algunos de los factores que atraen la ayuda divina.
En la Sura Nuh (71:10-12), leemos: «Pide perdón a tu Señor», dije, «Él es el Más Perdonador. Hará llover sobre ti en abundancia, te concederá riquezas e hijos, y te dará jardines y ríos».
Estos versículos demuestran claramente los efectos de buscar el perdón:
Lluvia abundante
Riqueza y sustento
Hijos
Agricultura y jardines prósperos
Ríos caudalosos
Un punto importante del versículo es la petición colectiva de perdón, que demuestra la eficacia del istighfār tanto a nivel individual como comunitario.