Guía suprema: la oración del viernes un deber religioso único
IQNA - El líder supremo de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyyed Ali Jamenei, describió la oración del viernes como un deber religioso absolutamente único
El líder supremo de la revolución islámica, el ayatolá Seyyed Ali Jamenei, describió la oración del viernes como un deber religioso absolutamente único.
Con motivo del aniversario de la primera oración del viernes organizada después de la revolución islámica en 1979, el Líder Supremo se reunió con imanes de oración del viernes de todo el país.
Durante la reunión, el ayatolá Jamenei subrayó la importancia de la oración del viernes y afirmó: “La oración del viernes es un deber religioso absolutamente único; No hay nada como eso. Cuando observamos la profundidad del fenómeno de la oración del viernes, vemos que es aún más singular que el Hayy, que es un gran evento multifacético".
El Líder Supremo añadió que la oración del viernes puede ser base y lugar de encuentro de todos los temas importantes y actuales de la sociedad, desde las cuestiones intelectuales hasta los servicios sociales, desde la cooperación popular hasta la movilización para la defensa militar del país.
El Líder de la Revolución Islámica en referencia a la idea de separación entre religión y política, afirmó: “El núcleo de la identidad de la civilización occidental moderna es la separación entre religión y progreso, es decir, según el punto de vista occidental. , no puede haber progreso si la religión no es expulsada del espacio público y relegada a la mera vida individual. La República Islámica de Irán invalidó esta idea por 200-300 años. La República Islámica comenzó su viaje con el lema de la religión y siguió adelante. Esto ha enfurecido a Occidente".
El ayatolá Khamenei agregó: “Las potencias occidentales son una mafia. La realidad de este poder es una mafia. En la cima de esta mafia encontramos a los oligarcas y capitalistas sionistas, con los políticos obedeciéndolos. Estados Unidos es su escaparate, pero estas fuertes potencias están esparcidas por todas partes”.
El Guía Supremo también señaló las recientes celebraciones en Teherán con motivo del Eid al-Ghadir como una de las pruebas de la cercanía del pueblo a la religión: “La celebración de Ghadir en Teherán con millones de personas presentes fue sorprendente. Personas de todos los ámbitos de la vida participaron en estas celebraciones. Estas personas están a favor de la religión y tienen un profundo amor por ella”.
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