Cuando estudiamos la historia de la humanidad, no encontramos nada similar a lo que ocurrió en Karbalá. En la noche anterior a Ashûra, el Imam Husayn (P) permitió a sus compañeros que aprovechasen la oscuridad de la noche para escapar y salir de la zona de peligro, y en respuesta, sus compañeros, a sabiendas de que al día siguiente iban a alcanzar la muerte, le dijeron con alegría y orgullo:
"¡Oh hijo de mensajero de Allah! ¡No te dejaremos nunca! juramos por Dios que si morimos en tu camino, si nos queman en el fuego y nos echan nuestras cenizas al viento, y luego volvemos a la vida, continuaremos apoyándote y nunca te dejaremos solo, aunque nos maten setenta veces."
El único pensamiento que estaba en la mente de todos ellos era el defender a Husayn (P) hasta la última gota de sangre y el único sentimiento que estaba por igual en el corazón de todos ellos era su gran amor por este hombre; reflejo de la santidad de su estirpe y ejemplo vivo de hombre perfecto.
Los efectos del suceso de Ashûra sobre la cultura y el pensamiento de las comunidades shiítas aparecieron a lo largo de la historia en diferentes formas de expresión artística como la literatura, imágenes, diversas ceremonias y conmemoraciones, entre otros.