Israel cruza línea roja de musulmanes y entra en el ojo del huracán
A través de comunicados, por separado, varios países islámicos han condenado la nueva escena de atrocidad israelí protagonizada por los colonos extremistas, bajo la escolta de más de 3500 fuerzas del régimen de ocupación, en el tercer lugar sagrado para los musulmanes del mundo, en Al-Quds (Jerusalén).
Desde Irán, Turquía, Egipto, Baréin, Pakistán y los Emiratos Unidos Árabes condenan en los términos más enérgicos la profanación a la Mezquita Al-Aqsa, en la Palestina ocupada. Similar reprocha ha llegado desde la Organización para la Cooperación Islámica (OCI).
Más de 400 extremistas, ondeando las banderas israelíes en las manos, realizaron el jueves una provocadora marcha que consiste en un recorrido por la Ciudad Vieja de Al-Quds hasta llegar a la Explanada de las Mezquitas, destinada a recordar la ocupación israelí del territorio palestino en 1967, hecho no reconocido internacionalmente.
Antes de la llegada de los colonos al recinto sagrado, el ejército de ocupación israelí expulsó a la fuerza a los musulmanes palestinos del lugar. Las imágenes publicadas por medios muestran el uso excesivo de la fuerza por las fuerzas israelíes.
Es más, durante la marcha los colonos agredieron con piedras y botellas de vidrio a varios reporteros que daban cobertura mediática al polémico evento israelí, dejando algunos heridos.
Según medios locales, más de 3500 policías, así como miembros de la unidad especial y las fuerzas del servicio de seguridad interna israelí Shin Bet estaban estacionados en diferentes partes de los territorios ocupados por Israel para proteger la marcha y la posterior incursión de los colonos en el recinto de Al-Aqsa.
La sagrada ciudad de Al-Quds es parte inseparable de las tierras palestinas ocupadas, dentro de las fronteras de 1967, y la capital del Estado palestino. Todas las medidas adoptadas por Israel para judaizar esa ciudad, según las leyes internacionales no tienen ninguna base legal, reza el comunicado publicado por la OCI.
Los palestinos, por su parte, en oposición a la marcha israelí salieron a las calles de la Cisjordania ocupada. Además, miles de gazatíes coparon la valla de separación entre Gaza y los territorios ocupados por Israel y levantaron las banderas palestinas por todo lo alto.
Avisaron que la sagrada Mezquita Al-Aqsa es y seguirá siendo una línea roja para los palestinos y aseguran vengar esta profanación israelí al recinto.
