La envidia es uno de los primeros vicios que asolaron a los hijos de Adán y continúa causando daños después de siglos.
La envidia significa enfadarse por un favor que Dios le ha hecho a otra persona. En algunos casos la envidia hace que uno quiera que le quiten el favor a esa persona y en otros casos le hace tomar acción para quitarle ese favor a esa persona.
La envidia se ha mencionado en varias historias del Corán, incluidas las de Abel y Caín (hijos de Adán), el profeta José (P) y el profeta Muhammad (P).
La envidia es uno de los pecados que Dios describe como una fuente de corrupción en el mundo y ordena al Santo Profeta (la paz sea con él) que se refugie con Dios del mal de la envidia.
Cuando uno cae en la trampa de la envidia, preparará el terreno para más pecados. El envidioso calumnia, chismea y hace de todo para que le quiten el favor concedido a otra persona. Por eso los Imanes Infalibles han descrito la envidia como fuente y origen de los vicios.