Por eso es muy importante estudiarlo en el método educativo de los profetas.
Además de comida, agua, aire, etc., la humanidad necesita bondad y amor. La bondad es un factor que une a las personas y crea cohesión entre ellas. Sin él, no se crearía ninguna conexión entre las personas, nadie asumiría la responsabilidad de cuidar de los demás y no habría autosacrificio ni igualdad.
El poder del amor y la compasión también es importante y eficaz en la educación religiosa. Si se utiliza de forma adecuada y equilibrada, desempeñará un papel importante a la hora de ayudar a las personas a crecer personal y espiritualmente.
El mejor tipo de educación es aquella que implica compasión y amor. Dios, el Todopoderoso, adornó a Su mensajero con el método del amor y el Santo Profeta logró la educación religiosa de las personas con el uso de este método.
Sin embargo, no debemos olvidar que la importancia del método de la bondad y el amor es que produce obediencia. Es decir, cuando el amor de una persona entra en el corazón de otra persona, se vuelve obediente y seguidor de esa persona.
Por tanto, no existe ningún método tan eficaz y beneficioso como el método del amor y la compasión.
El profeta Moisés (p) usó este método mostrando mucha compasión y misericordia hacia su pueblo.
Incluso se enfrentó a los gobernantes de la época para poder salvar a su pueblo.
Después de salvar a los Bani Israel, Moisés (p) mostró bondad hacia el pueblo a pesar de sus quejas y comportamientos.
Dios dice en el versículo 86 de Surah Taha:
“Con gran ira y tristeza, Moisés regresó a su nación. “Nación mía”, dijo, “¿no te hizo tu Señor una hermosa promesa? ¿Te pareció largo el tiempo de la alianza? ¿O quisiste que la ira de tu Señor cayera sobre ti y no pudiste asistir a mi cita?’”
Habló a su pueblo con amabilidad y compasión para potenciar una relación estrecha y cordial con el pueblo.