Explorando las razones por las que las oraciones pueden parecer sin respuesta
IQNA - Un erudito iraní profundiza en varios puntos clave sobre la cuestión de las oraciones respondidas.
Un erudito iraní explica varios puntos clave sobre la cuestión de las oraciones respondidas.En declaraciones a IQNA, el ayatolá Mohammad Andalib Hamedani, un destacado erudito del Seminario Islámico de Qom, presentó siete puntos clave para explicar por qué las oraciones no siempre producen resultados visibles.
El Ayatolá Hamedani enfatizó que aunque la oración sirve como causa de la respuesta divina, no es un medio garantizado para lograr un resultado particular. “Para que las oraciones sean respondidas, se deben cumplir ciertas condiciones y eliminar obstáculos”, dijo.
Entre estos requisitos previos están la sinceridad de la intención y la ausencia de disputas no resueltas contra otros, dijo el erudito, y agregó que aferrarse a los derechos de los demás, ya sean financieros o de reputación, puede obstaculizar la aceptación de las oraciones.
El académico destacó el papel de la responsabilidad personal en situaciones difíciles. “A veces enfrentamos desafíos debido a nuestros propios errores de juicio”, explicó.
Las malas decisiones financieras o la falta de consulta pueden conducir a pérdidas que la oración por sí sola no puede rectificar. En tales casos, se anima a las personas a combinar la oración con acciones reflexivas y medidas correctivas.
El Ayatolá Hamedani también recordó los desafíos inherentes a la vida, señalando que incluso los profetas tuvieron que enfrentar la adversidad. Subrayó que las dificultades son a menudo pruebas divinas, e instó a las personas a buscar la ayuda de Dios para soportar las dificultades en lugar de esperar una existencia libre de problemas.
“La oración debe ir acompañada de un esfuerzo diligente”, señaló el erudito. Aunque hay excepciones milagrosas, el principio general es que el esfuerzo humano es necesario junto con la súplica espiritual. Orar por sustento o sanación sin hacer esfuerzos prácticos no se ajusta a la sabiduría y la tradición divinas.
Otra razón por la cual las oraciones pueden parecer sin respuesta es el elemento del tiempo divino. “Puede que no tengamos la paciencia para esperar el momento y las circunstancias adecuadas para que nuestras oraciones sean respondidas”, dijo el Ayatolá Hamedani, añadiendo que la confianza en la sabiduría de Dios es esencial.
El Ayatolá Hamedani enfatizó además el significado intrínseco de la oración misma. “Además de buscar resultados específicos, la oración sirve como una forma de conexión y devoción”.
En este sentido citó el ejemplo de Ahl al-Bayt (la paz sea con ellos) que realizaban largas súplicas sin esperar necesariamente respuestas inmediatas, sino que sus oraciones se debían principalmente al amor que sentían por Dios.
Finalmente, el erudito recordó que las recompensas de la oración no se limitan a los beneficios mundanos. “La verdadera vida está en el Más Allá, y las recompensas por nuestras oraciones pueden manifestarse allí”, concluyó, refiriéndose al versículo 64 de la Sura Al-Ankabut: “La vida de este mundo no es más que recreación y juego, pero la morada del Más Allá es la Vida (misma), ¡si lo hubieran sabido!”.
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