Hablando con IQNA, Hojat-ol-Islam Emadi afirmó que una sociedad responsable no puede surgir de la noche a la mañana. “Construir una cultura de responsabilidad requiere tiempo y una planificación estructurada”, señaló.
“Cada individuo tiene una cuota de responsabilidad, y los líderes de la comunidad islámica también tienen deberes especiales.”
Explicó que el crecimiento social es un proceso gradual que requiere esfuerzo colectivo y visión moral. “El objetivo final de todas las sociedades humanas es la reforma, el establecimiento de la justicia y la erradicación de la opresión”, dijo Emadi.
Al referirse a modelos históricos, el erudito describió al Profeta Muhammad (PBD) como “el ejemplo humano perfecto”, tal como se presenta en el Corán.
“Si en lugar de centrarnos en nombres y creencias, observamos el comportamiento humano, veremos que todas las cualidades de una conducta perfecta están encarnadas en el Profeta (PBD) y en Ahl al-Bayt (P),” dijo. “Sus vidas —marcadas por desafíos como la guerra, las dificultades económicas y los problemas familiares— los convierten en los modelos más cercanos a nuestra realidad actual.”
Emadi enfatizó que la fe en el Islam es tanto personal como social. “El Profeta dijo: ‘El creyente es el espejo de otro creyente’, lo que significa que la fe no es un asunto individual, sino algo que se refleja y crece dentro de la comunidad”, explicó.
Actos como la bondad y la generosidad, añadió, pueden multiplicarse dentro de una sociedad creyente tal como lo hacen los reflejos entre espejos.
Comentando sobre la postura coránica frente a la pobreza y la injusticia, Emadi dijo que el texto sagrado insta repetidamente a los creyentes a apoyar a los necesitados. “Los versículos sobre el zakat, la caridad y el khums subrayan todos la importancia de atender los derechos de los pobres y los desfavorecidos”, afirmó.
“En toda forma de riqueza, se designa una parte para los necesitados —y esto incluye también a los no musulmanes—”, concluyó.