El derecho de todos a la riqueza natural: la piedra angular de la cooperación en sociedad/6

IQNA - Además de que la propiedad pertenece originalmente a Dios, quien la confió a la humanidad, la riqueza natural también pertenece a todos los miembros de la sociedad, porque esta riqueza fue creada para toda la humanidad, no para individuos o grupos específicos.

Además de que la propiedad pertenece originalmente a Dios, quien la confió a la humanidad, la riqueza natural también pertenece a todos los miembros de la sociedad, ya que fue creada para toda la humanidad, no para individuos o grupos específicos.

 

El Sagrado Corán dice: «Él ha extendido la tierra para la humanidad» (versículo 10 de la Sura Ar-Rahman) y también afirma: «Es Él quien ha creado todo en la tierra para vosotros» (versículo 29 de la Sura Al-Baqarah). Por lo tanto, los recursos naturales, independientemente de si requieren extracción o no, son, en principio, un derecho de todos los miembros de la sociedad.

 

En el hadiz, se menciona cierta riqueza como común y lícita. Según un hadiz del profeta Mahoma (que Dios le bendiga a él y a su familia), las personas comparten tres cosas: agua, fuego y pasto. Al parecer, una de las razones para imponer el zakat sobre los granos es que estos requieren agua, y el agua es un recurso común. Dado que el productor de granos se beneficia de este recurso común, debe pagar una parte a quien no tiene derecho a beneficiarse de ella. Además del claro derecho de los pobres y desamparados a la riqueza de los ricos, mencionado en el versículo 19 de la Sura Ad-Dhariyat: «...y de su riqueza había una parte para los necesitados y los desamparados», algunos hadices también mencionan el tema de la distribución de la riqueza entre los pobres y los ricos. Por ejemplo, el Imam Ali (P) instruye a los musulmanes a considerar a los musulmanes pobres y desamparados como sus compañeros de vida.

 

Es evidente que, en una sociedad, ambas partes pueden disponer de lo que necesiten, teniendo en cuenta el consentimiento mutuo y preservando sus respectivos derechos. El término «sociedad» también establece el principio de que los pobres tienen derecho a la riqueza de los ricos (como socios). Si los ricos donan parte de su riqueza a los pobres, han, en efecto, pagado sus deudas y su parte. Esta postura islámica revela la profundidad y la originalidad de la cooperación social.

 

 

 

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