Mezquita de Bucarest, una historia de tolerancia y convivencia
La Mezquita Hünkâr continúa desempeñando su función como lugar de culto activo y, al mismo tiempo, como símbolo duradero de la profunda amistad entre Turquía y Rumanía.
Construida en 1906 por el monarca cristiano Carol I para la comunidad musulmana, la mezquita refleja la larga tradición rumana de tolerancia religiosa y convivencia pacífica. El edificio ha sido destacado recientemente en la parte final del especial en tres episodios de Anadolu Agency titulado «Puentes de amistad Turquía–Rumanía».
El imán Mehmet Ertugrul, en servicio desde hace casi cuatro años, subrayó que Bucarest ofrece un entorno seguro e inclusivo para los musulmanes, destacando que la islamofobia no está extendida en Rumanía y que prevalece una actitud respetuosa y hospitalaria en la vida cotidiana.
El segundo imán, Memis Firaz, turco-tártaro originario de Constanza y procedente de una familia con tres generaciones de tradición imámica, remarcó la importancia de preservar la lengua, la fe y la identidad cultural a través de las generaciones, subrayando el papel de la continuidad cultural en la comunidad musulmana.
El empresario Cesur Durak, miembro de la congregación y nieto de un veterano condecorado con la Medalla de la Independencia de Turquía, afirmó que representar la identidad musulmana en Rumanía conlleva un fuerte sentido de responsabilidad y reiteró la importancia de honrar la herencia ancestral mediante una representación positiva.
La mezquita también tiene un valor histórico particular: en 1959 fue desmontada piedra por piedra como parte de un proyecto monumental en el Parque Carol y en 1960 fue reconstruida en su ubicación actual, manteniendo el diseño arquitectónico original.
