Estas explosiones fueron reivindicadas por el grupo
takfirí EI y causaron centenares de mártires y heridos entre los ciudadanos
inocentes.
En un comunicado, Hezbollah estimó que «los crímenes revelan una vez más la
determinación de los terroristas de hacer correr la sangre de los civiles, sean
estos niños o ancianos u hombres y mujeres. Estos crímenes violan de una forma
sin precedente las religiones divinas y la moralidad humana»
«Estas explosiones criminales reflejan la mentalidad terrorista, que domina el
pensamiento de los instigadores, los financiadores y los ejecutores de estos
actos innobles, de los dirigentes de grupos terroristas y de sus padrinos
internacionales y regionales, que los apoyan y les otorgan protección»,
continua el comunicado.
Hezbollah dijo que «aquellos que comenten tales crímenes acabarán ante la
justicia de este mundo antes de caer en manos de la justicia divina para que
reciban las penas que merecen y para que sirvan de ejemplo a aquellos que
tengan intención de realizar actos similares».
Hezbollah presentó, además, sus condolencias «al hermano pueblo sirio, a sus
dirigentes y a las familias de los mártires» y desea «la rápido recuperación de
todos los heridos».
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