Merete Hoden ha estado en riesgo de sufrir una condena de hasta seis meses de prisión por discriminación religiosa, debido a que echó de su peluquería a Malika Bayan, por el simple hecho de ser musulmana.
Los acontecimientos se desarrollaron en Bryne un pequeño pueblo del sudoeste de Noruega, hace casi un año.
La corte declaró culpable del delito de discriminación a Hoden y le impuso una multa equivalente a unos $1,800.
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