“Desafortunadamente, en las últimas semanas, hemos sido testigos de tensiones provocadas por EE.UU. en Irak y la región del Golfo Pérsico, eso mientras que las tensiones en la región siempre han sido iniciadas por EE.UU.”, ha lamentado Hasan Rohani durante una conversación telefónica mantenida este martes con el primer ministro japonés, Shinzo Abe.
Desde el pasado abril, EE.UU. ha vuelto a recurrir a su aventurismo en el Golfo Pérsico. El presidente estadounidense, Donald Trump, amenazó con destruir los barcos iraníes en alta mar después de que 11 embarcaciones de Irán se acercaran repetidamente a buques militares estadounidenses en las estratégicas aguas del Golfo Pérsico.
Además, según afirman las autoridades iraquíes, EE.UU. brinda apoyo al grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe) para llevar a cabo ataques en Irak, con el objetivo último de desestabilizar el país árabe y justificar su presencia militar “ilegal” en suelo iraquí.
Ante tal situación, el mandatario persa ha insistido en la necesidad de continuar con los esfuerzos destinados a rebajar las tensiones en la región de Asia Occidental y el mundo, en general, sobre todo en plena crisis por el nuevo coronavirus, causante de la COVID-19.