El ayuno es la práctica para limpiar y purificar el alma, y el sendero correcto para que el ser humano pueda dominar sobre su propia alma así como para luchar en contra de los deseos concupiscentes.
El ayuno en dos perspectiva individual y social, además de los resultados corporales, lleva consigo efectos y benéficos educativos y formativos, tales como: fortalecimiento de la tolerancia, creencia en la otra Vida, poder y control sobre los deseos, florecimiento del sentimiento de compasión con los indigentes, disminución de los diversos niveles sociales y otros.
El Imam Sâdiq (P) presenta a uno de los efectos del ayuno de la siguiente manera:
“El ayuno ha sido obligatorio para colocar igualdad entre el indigente y el acaudalado, y esto es para que el acaudalado pruebe el sabor del hambre, y otorgue al indigente su derecho. Para el acaudalado por lo general todo aquello que desea se encuentra listo. Dios quiere que entre sus siervos exista igualdad y dar a probar al acaudalado el sabor del hambre, de los dolores y los sufrimientos, para que se apiade de los débiles y hambrientos”.
(abna)