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Xinjiang: el gobierno chino obliga a los musulmanes a consumir alcohol

11:02 - October 03, 2020
Noticias ID: 3504927
IQNA - Los residentes musulmanes de la región de Xinjiang se ven obligados a asistir a los centros de consumo de alcohol y a los concursos organizados por las autoridades chinas. En estos centros aprenden a "beber" alcohol
Radio Free Asia informa que negarse a beber alcohol es una señal de "extremismo" según las autoridades chinas y ¡uno podría ser enviado a un campo de concentración para "desradicalización"!
 
Según el informe, esto es parte de una campaña para humillar y obligar a los uigures a alejarse del Islam.
 
China continúa implacablemente su opresión y encarcelamiento de las minorías musulmanas en el país, ahora obligándolas a beber alcohol y comer carne de cerdo, ambos prohibidos por el Islam.
 
Los residentes de la región de Xinjiang, en su mayoría habitada por musulmanes, dijeron a Radio Free Asia que las autoridades chinas los habían amenazado con arrestarlos y detenerlos en "campos de reeducación" si no asistían a las cenas del Año Nuevo Lunar donde el cerdo.
 
"Los kazajos en Xinjiang nunca han comido carne de cerdo", dijo a Altay un residente kazajo de Qinggil. “Desde el año pasado, algunas personas se han visto obligadas a comer carne de cerdo para celebrar un festival chino Han. "
 
Además, fotografías tomadas en vísperas del año chino mostraban a funcionarios distribuyendo carne de cerdo cruda en la prefectura autónoma kazaja de Ili con el pretexto de "ayudar a los necesitados".
 
Según un ex recluso de un campo de internamiento, los musulmanes se ven obligados a comer carne de cerdo y beber alcohol mientras están detenidos, con el pretexto de la reeducación.
 
Omir Bekali dijo que fue detenido sin juicio ni acceso a un abogado, y se vio obligado a negar sus creencias mientras elogiaba al Partido Comunista.
 
Desde la primavera del año pasado, las autoridades de la región de Xinjiang han confinado a cientos de miles de musulmanes, algunos de ellos extranjeros, en campamentos. Otras estimaciones sitúan la cifra en alrededor de un millón o más de personas.
 
 
 
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