En el primer día de su histórico viaje a Iraq, el jefe de la Iglesia Católica regaló su rosario a Riyan Al-Kaldani, un comandante de la fuerza popular, informó Al-Alam.
El Papa llegó a Bagdad el viernes y fue recibido por el presidente iraquí Barham Salih.
Esta es la primera visita que realiza el pontífice desde que la pandemia azotó el mundo.
Dijo a los periodistas en su avión que se sentía obligado a realizar el viaje "emblemático" porque el país "ha sido martirizado durante tantos años".
En un discurso tras ser recibido por Salih, el pontífice pidió el fin de la violencia y el extremismo.
“Que se silencie el choque de armas [...], que se ponga fin a los actos de violencia y extremismo”, dijo el máximo dignatario de la Santa Sede.
También criticó la intromisión extranjera que ha desestabilizado a Iraq y la región, golpeando aún más y duramente a la gente común.
El Papa Francisco también tenía programado reunirse con el máximo clérigo musulmán shiíta de Iraq, el Ayatolá Ali As-Sistani en Nayaf, viaje que realizó ayer sin ningún inconveniente.