Sūra Maryam(árabe: سورة مریم) es la decimonovena sura del Corán. Es una sura Makki ubicada en el juz dieciséis del corán. El sura se llama "Maryam" porque narra la historia de Lady Maryam (p) o María. El mensaje principal de la sura consiste en buenas noticias y advertencias a las personas en términos de historias de profetas, incluidos Zacarías, Juan el Bautista, Abraham, Moisés y Jesús (p).
Los temas centrales de la sura incluyen los temas de la resurrección y la calidad de resucitar de entre los muertos, el rechazo de la afirmación de que Dios tiene hijos y el tema de la intercesión.
Denominación
El sura se llama "Maryam" porque habla de la historia de vida de Maryam (p) en los versículos dieciséis-veintisiete y treinta y cuatro. También se le llama "kaf-ha-ya-'ayn-sad" porque se abre con estas letras inconexas. También conocido más brevemente como "kaf-ha".
En su Exégesis Al-Mizan del Corán, Allameh Tabatabaei se refiere a Inzar (advertencia) y Bisharat (buenas noticias) como el mensaje principal de la Sura que se ha expresado en las historias de los profetas.
Esta sura ha dividido a las personas en tres grupos: los que se encuentran entre los receptores de las bendiciones divinas, incluidos los profetas y los guiados, los que se han arrepentido y los fieles que hacen buenas obras, y los que se descarrían y son compañeros de Satanás.
La parte principal de la Sura narra la historia de Zakariya (Zacarías), María, Jesús, Yahya (Juan), Ibrahim y su hijo Ismail, Idris y algunos otros profetas de Dios.
La primera parte de la Sura menciona la historia de Zakariya que es similar a la mencionada en el Evangelio de Lucas de la Biblia. También se refiere al embarazo de María (p), el nacimiento de Jesús (p) y su hablar desde la cuna, alabando su veracidad e Ikhlas (pureza de intención).
María, la madre de Jesús, se encuentra entre las mujeres veneradas entre los musulmanes. Dios la hizo pura y la seleccionó de entre todas las mujeres.
Jesús (p) dio testimonio de su pureza y virtud desde la cuna. “Él (el bebé) dijo:
Dijo él: «Soy el siervo de Alá. Él me ha dado la Escritura y ha hecho de mí un profeta. (30)
Me ha bendecido dondequiera que me encuentre y me ha ordenado la azalá y el azaque mientras viva, (31)
y que sea piadoso con mi madre. No me ha hecho violento, desgraciado. (32)
La paz sobre mí el día que nací, el día que muera y el día que sea resucitado a la vida». (33)
