Adhan, el eslogan del Islam
IQNA - El Adhan, el llamado islámico a la oración, es una declaración de fe y una forma de invitar a los fieles a reunirse para Salah (la oración islámica canónica).
El Adhan, la llamada islámica a la oración, es una declaración de fe y una forma de invitar a los fieles a reunirse para Salah (la oración canónica islámica).
En el Adhan encontramos varios puntos. Ante todo el Takbir (la declaración de la grandeza de Dios) así como el testimonio de la Unicidad de Dios, de la profecía de Mohammad (la paz sea con él) y de la sucesión y consecuentemente Wilayat del Imam Ali (p). El Adhan también invita a los fieles a apresurarse hacia la oración y la salvación.
El Adhan es una declaración de la existencia y vitalidad del Islam y una presentación de las doctrinas fundamentales del credo islámico.
El Adhan es un grito que rompe el silencio contra la falsedad, los falsos ídolos, la impiedad y la perdición. Es un eslogan en apoyo del Islam y la religión de Dios.
El almuédano (el que recita el Adhan) es respetado en la sociedad islámica y estará orgulloso en el Día del Juicio.
Bilal al-Habashi, un antiguo esclavo abisinio liberado por los musulmanes, fue uno de los primeros compañeros del Profeta en abrazar el Islam. También fue el primer muecín del Islam. El día que La Meca fue conquistada por los musulmanes, Bilal subió al techo de la Kaaba recitando el Adhan y destruyendo así los falsos ídolos de los Mushrikins (incrédulos). Una destrucción no sólo física sino sobre todo ideal y conceptual contra los falsos ídolos de todos los tiempos, por tanto no limitada a las divinidades imaginarias de los politeístas de La Meca sino a todo lo que, en el curso de la historia humana, se asocia a Dios y que desvía la atención de los hombres hacia la verdadera meta de la existencia que es el logro del estado de unidad con Dios.
A la recitación del Adhan le sigue la recitación del Iqama, muy similar al Adhan, con mínimas diferencias, que tiene como finalidad preparar espiritual y mentalmente al fiel y atraer su atención hacia Dios y la oración a realizar.
Si bien recitar el Adhan y el Iqama es un acto de Mustahab (recomendado pero no obligatorio), ambos se consideran uno de los principales rituales del Islam y han sido enfatizados por la tradición islámica.
Al recitar el Adhan, un musulmán fiel hace resonar el nombre de Dios en el mundo y debilita así a los que se oponen a Dios y al Islam, a cuya cabeza se encuentra el mismo Satanás.
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