
En el Islam, cualquier acto que vaya en contra de los mandamientos divinos se considera pecado.
No importa cuán pequeño e insignificante pueda parecer un pecado, es grande y grave porque significa desobediencia a Dios.
El Santo Profeta le dijo a Abuzar: “No mires lo pequeño que es un pecado, sino mira a Aquel a quien estás desobedeciendo”.