Caligrafía en la era digital: desafíos y esperanzas de un calígrafo malayo
IQNA - Para el calígrafo malayo Khairi Izat Amir, la caligrafía es más que una simple profesión: es una pasión para toda la vida y una conexión con la herencia islámica
Para el calígrafo malasio Khairi Izat Amir, la caligrafía es más que una simple profesión: es una pasión para toda la vida y una conexión con la herencia islámica.
Khairi Izat, que ahora tiene 31 años, comenzó su andadura en la escuela secundaria y tomó cursos de caligrafía locales y nacionales antes de ampliar sus conocimientos en el extranjero.
Reflexionando sobre su viaje, explicó: "Convertirse en calígrafo no es una tarea fácil. Me llevó años dominar este arte". Amir dijo que estudió extensamente y se capacitó en estilos de caligrafía como Thuluth y Naskh en el Centro de Investigación IRCICA para la Historia, las Artes y la Cultura Islámicas de Turquía.
A lo largo de su carrera, Khairi Izat Amir se ha centrado en la precisión técnica y la resonancia espiritual del arte, ya que cree que la caligrafía requiere tanto destreza como un buen ojo para producir obras armoniosas y expresivas.
Utilizando bolígrafos tradicionales de bambú y madera, dice que cada pieza requiere paciencia y habilidad.
“Las diferentes técnicas para una correcta caligrafía hay que aprenderlas con paciencia porque cada pieza tiene su continuidad, delicadeza y armonía”, afirmó.
Su experiencia también le ha dado lugar a encargos notables, incluida la escritura de letras para la ceremonia de juramento del Rey de Malasia en julio pasado.
La caligrafía, o "khat", ocupa un lugar destacado en la cultura islámica y se utiliza en la escritura de versos coránicos, decoraciones de mezquitas y obras de arte personales. Khairi Izat señala que, aunque Malasia tiene una rica tradición en caligrafía, la tecnología moderna a menudo distancia a las generaciones más jóvenes de las artes tradicionales.
"En la era actual, lo digital está reemplazando al papel y los bolígrafos, impactando las herramientas tradicionales esenciales para aprender caligrafía", dijo, y agregó que se necesitan programas estructurados para fomentar el talento.
Otro joven calígrafo, Ammar Yahaya, que trabaja en el Complejo Corán Nasyrul en Putrajaya, expresó una opinión similar, subrayando la necesidad de plataformas que apoyen la práctica continua. Muchos estudiantes muestran interés, pero pocos tienen la perseverancia para continuar aprendiendo, dijo, y agregó que los programas estructurados son esenciales para desarrollar calígrafos de calidad.
Tanto Khairi Izat como Ammar ven potencial en la escena de la caligrafía de Malasia, con un creciente interés en la caligrafía para la decoración comercial y la arquitectura.
Khairi Izat sigue siendo optimista sobre el futuro del arte y atribuye el creciente interés del público y los esfuerzos continuos de los artistas locales para apoyar este arte tradicional.
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