París: Cientos de personas rinden homenaje al hombre asesinado en un ataque islamófobo
Aboubakar Cissé fue brutalmente asesinado el viernes mientras rezaba en una mezquita en el sur de Francia. El lunes, las autoridades francesas informaron que el principal sospechoso del homicidio se entregó a las fuerzas del orden en Italia la noche anterior.
La marcha de solidaridad reunió a organizaciones no gubernamentales, representantes políticos y líderes religiosos que denunciaron el clima islamófobo que prevalece en Francia. “Tenemos un sistema, un Estado que tiene miedo, y es ese miedo el que estamos enfrentando con la cabeza en alto”, declaró la activista Assa Traoré.
Los manifestantes portaban pancartas con lemas como “La islamofobia mata, el Estado es cómplice” y “Justicia para Aboubakar”, en memoria del joven creyente asesinado el viernes.
El director general de la ONG SOS Racisme, Valentin Stel, expresó su preocupación por una tendencia creciente que ha venido observando en los últimos años. “Llevamos años siendo testigos de discursos de odio”, afirmó. “Discursos dirigidos contra la comunidad musulmana en Francia, que sugieren que no son plenamente franceses o que su lealtad es cuestionable”.
Cissé fue apuñalado mortalmente por otro hombre tras haber terminado de limpiar la mezquita en la antigua ciudad minera de La Grand Combe. El agresor, un ciudadano francés nacido en 2004 que residía en la zona y que aparentemente nunca antes había estado en la mezquita, filmó la escena con su teléfono móvil. Las cámaras de seguridad también lo captaron gritando insultos dirigidos a Allah, según medios locales. Ambos hombres se encontraban solos en el lugar en el momento del ataque.
Las autoridades francesas condenaron el ataque. El Primer Ministro, François Bayrou, lo calificó de acto islamófobo. “Estamos al lado de la familia de la víctima y de los fieles consternados”, declaró. “Los recursos del Estado están siendo movilizados para asegurar que el asesino sea capturado y castigado”.
Por su parte, el presidente Emmanuel Macron subrayó que “el racismo y el odio basados en la religión no tendrán jamás cabida en Francia”. Añadió que “la libertad religiosa es inviolable”.
El Ministro de Justicia, Gérald Darmanin, describió el asesinato como un “homicidio despreciable” que “hiere el corazón de todos los creyentes, de todos los musulmanes en Francia”.
El lunes, las autoridades confirmaron nuevamente que el principal sospechoso se entregó a la policía en Italia la noche del domingo. Según fuentes locales, el individuo fue trasladado en automóvil tras su entrega. Se ha identificado al sospechoso como Olivier H., de origen bosnio y uno de los once hermanos criados en una familia religiosa de Lyon.
El Ministro del Interior francés, Bruno Retailleau, indicó que el hombre habría publicado un video en redes sociales después del crimen, declarando su intención de cometer más asesinatos y convertirse en un “asesino en serie”.
Abdelkrim Grini, fiscal de la ciudad sureña de Alès a cargo del caso, anunció el arresto del sospechoso y lo calificó como un resultado satisfactorio. “Ante la eficacia de las medidas adoptadas, el sospechoso no tuvo otra opción que entregarse, y eso es lo mejor que pudo hacer”, afirmó.
Alrededor de setenta investigadores fueron movilizados desde el inicio para localizar al sospechoso, con la policía trabajando intensamente tras el incidente.
Mientras tanto, la Gran Mezquita de París instó a las autoridades a investigar los motivos del ataque y pidió al poder judicial que aclare si este puede ser clasificado como un “acto terrorista”. Subrayaron la necesidad de reconocer “el alcance y la gravedad del incidente… por la seguridad de todos”.
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