En una ceremonia celebrada el jueves por la noche para conmemorar el cambio de las banderas en los santuarios del Imam Hussein (p) y de Hazrat Abbas (p) en Karbala, el jeque Abdul Mahdi al-Karbalaei, representante del Gran Ayatolá Ali al-Sistani, reflexionó sobre la relevancia duradera de la revuelta del Imam Hussein (p) y su mensaje frente a los desafíos contemporáneos.“La revuelta del Imam Hussein (p) será siempre una fuente de luz que nos ilumina, agudiza nuestra conciencia y refuerza nuestra determinación para defender la religión, la justicia y a los oprimidos”, declaró al-Karbalaei.Hablando en nombre del más influyente líder religioso chií de Irak, advirtió sobre los crecientes peligros que enfrenta la región y el impacto inevitable que estos desafíos tendrán en Irak. “La situación actual en la región es extremadamente peligrosa. Irak no permanecerá por mucho tiempo a salvo de sus consecuencias”, afirmó. “Es esencial que los iraquíes actúen con sabiduría y perspicacia para superar esta fase y construir una nación estable y justa”.Al-Karbalaei instó al pueblo iraquí a inspirarse en el legado del Imam Hussein (p), especialmente preservando y practicando los valores encarnados en los rituales religiosos. “Los rituales de Ashura no son solo tradiciones: son un medio para acercarse a Dios, mostrar empatía por el Profeta (la paz y las bendiciones sean con él) y su familia purificada, y revivir la esencia de las obligaciones religiosas”, explicó. “Todos deben observar estos rituales en el hogar, en las instituciones y dentro de las organizaciones. Es un deber colectivo”.
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