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Sudán: manifestaciones contra las reformas antiislámicas del gobierno

15:40 - July 19, 2020
Noticias ID: 3504702
IQNA - La capital de Sudán, Jartum, ha sido escenario de manifestaciones contra las recientes reformas del sistema judicial adoptadas por el gobierno de transición.
El 10 de julio, el gobierno de transición, que llegó al poder mediante un golpe de estado al destituir al ex presidente Omar al-Bashir, aprobó una serie de enmiendas que incluyen la despenalización de las importaciones y el consumo de alcohol, una práctica que estaba prohibida en país desde 1983.
 
Según lo informado por AFP, las autoridades gubernamentales han especificado que la última medida solo concierne a los no musulmanes y no debe aplicarse a los ciudadanos de fe islámica.
 
Sin embargo, los críticos creen que la aclaración del gobierno es solo una forma de apaciguar la indignación de la comunidad y las autoridades islámicas, y que en realidad la norma allanará el camino para una ola de entrada incontrolada de bebidas alcohólicas en el país, lo que lleva a con él, problemas sociales típicos del consumo de alcohol, que hasta ahora habían estado ausentes en la sociedad.
 
Además, según muchos observadores, la medida del gobierno es solo el comienzo de una serie de medidas diseñadas con el objetivo de hacer que la fe religiosa sea marginal en la sociedad, al tiempo que se promueven los valores occidentales.
 
El primer ministro del gobierno de transición, Abdallah Hamdok, calificó la adopción de estas enmiendas en Twitter como "un paso importante en la reforma del poder judicial".
 
Los manifestantes en Jartum, por otro lado, dijeron frases como:
 
"No reemplazaremos la ley divina", "Hamdok, Jartum no es Nueva York", mostrando carteles en los que se pueden leer lemas como: "No a las enmiendas contrarias a la Sharia (ley islámica)".
 
Las protestas comenzaron después de las protestas del viernes y se centraron principalmente en las calles del norte y este de la ciudad.
Las fuerzas de seguridad bloquearon las carreteras principales de la capital y los puentes que conectan el centro de Jartum con su ciudad gemela Oumdurman, en la orilla opuesta del Nilo Blanco.
 
Omar al-Bashir llegó al poder en 1989 con el apoyo de movimientos y personalidades islámicas sudanesas, como el jeque Hasan Torabi.
 
Esto significó que al-Bashir, desde su establecimiento, alentó un fortalecimiento de la jurisprudencia islámica en el sistema judicial del país; hecho que fue acogido positivamente por la gran mayoría de los sudaneses, que siempre han estado fuertemente vinculados a la tradición y los valores islámicos.
 
Omar al-Bashir también comenzó un acercamiento político a países críticos con el expansionismo estadounidense en la región. Sudán en particular hizo una fuerte alianza con Irán y el "eje de resistencia", una coalición de países y movimientos islámicos regionales que se oponen a las políticas imperialistas de Estados Unidos e Israel.
 
Esta alianza continuó hasta 2013, cuando al-Bashir, impulsado por algunas diferencias de opinión sobre algunos problemas con Irán, pero sobre todo por razones económicas, decidió alejarse de Irán en favor de los países árabes del Golfo Pérsico, en primer lugar Arabia Saudita.
 
La esperanza del presidente sudanés era, por un lado, atraer capital de las patromonarquías del Golfo y, por otro, asegurar los favores de los Estados Unidos y los países occidentales para que ya no tengan que estar presionados por estos últimos.
 
Sin embargo, su elección y el cambio de chaqueta resultaron ser un error estratégico para al-Bashir y Sudán. De hecho, en 2019, después de algunas protestas callejeras de una parte de la población que se prolongó durante meses, su gobierno fue derribado por un golpe de estado dirigido por soldados vinculados a los Estados Unidos y los países árabes del Golfo Pérsico. El propio Al-Bashir fue arrestado luego del golpe y actualmente está siendo juzgado.
 
Desde entonces, Sudán ha sido gobernado por un ejecutivo de transición formado por partidos políticos militares y civiles, pero el poder está de hecho completamente en manos de la junta militar golpista, lo que ha llevado al país hacia un aplanamiento total hacia las políticas de Washington y países como los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita.

 

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