
Un académico libanés destacó los esfuerzos del ex presidente iraní Ebrahim Raisi por servir al pueblo, diciendo que Raisi tenía un enfoque islámico al defender a los oprimidos.
Tawfiq Hassan Alawiyah hizo estas declaraciones en un artículo que escribió para IQNA con motivo del primer aniversario del martirio del Ayatolá Raisi.
El 19 de mayo, el presidente iraní, Seyyed Ebrahim Raisi, el ministro de Asuntos Exteriores, Hosein Amir-Abdollahian, y su delegación perdieron la vida después de que el helicóptero en el que viajaban, de regreso de una visita a varios proyectos cerca de la frontera con la República de Azerbaiyán, se estrellara en la parte noroeste del país.
Fuentes oficiales indicaron que el accidente se debió al repentino deterioro de las condiciones meteorológicas. A pesar de ello, fuentes independientes no descartan la posibilidad de un ataque, sugiriendo así la participación de potencias extranjeras enemigas o rivales de Irán.
A continuación se presentan algunos extractos del artículo de Alawiyah para IQNA:
Según el Islam, las características más importantes que distinguen a las personas entre sí son las que las sitúan en el orden de excelencia ética. Estos rasgos son más evidentes en situaciones de crisis. Las situaciones más críticas, en las que se examinan cuidadosamente estos rasgos, son aquellas en las que pocas personas persisten y muchas fracasan.
Cuanto más pequeño sea el círculo, más distinguido y merecedor será el reconocimiento. Así, el mundo ha podido conocer grandes e ilustres personalidades, cuyas cualidades han aflorado en las circunstancias más difíciles y críticas.
Entre estas figuras se encuentra el mártir ayatolá Seyyed Ebrahim Raisi. La personalidad del Ayatolá Raisi poseía una combinación de características, entre ellas sabiduría, coraje, buena gestión y pleno conocimiento de las condiciones de tiempo y lugar y del estado de cosas en el mundo, especialmente conocimiento de los acontecimientos, resultados y consecuencias del conflicto entre el eje de la resistencia y el eje del mal, refiriéndose a Estados Unidos, Israel y sus cómplices.
Cuando una personalidad es honesta y eficiente, y cuando esta personalidad confía en Dios Todopoderoso, entonces todas sus acciones y comportamientos serán influyentes.
El Ayatolá Raisi fue un erudito, jurista y maestro de los fundamentos del fiqh (jurisprudencia islámica). Así lo atestiguan los expertos en la materia.
También había alcanzado altos niveles en su carrera académica, combinando así las ciencias religiosas y académicas.
Era piadoso en su enfoque del mundo y de todo lo que a él concernía. Asumió muchas tareas delicadas, pero a pesar de ellas, siguió siendo la misma persona.
Un hecho muy importante es que en el campo de los asuntos coránicos, el Mártir Raisi fue el primer presidente en defender el Corán y honrarlo en el ámbito internacional al sostener este Libro Celestial en su mano en la arena de las Naciones Unidas. La imagen del Ayatolá Raisi con el Corán elevado sobre su cabeza en el podio de la Asamblea General de las Naciones Unidas todavía es visible a los ojos del mundo y seguirá siendo un gran testimonio de que será recordado como un sincero defensor y servidor del Sagrado Corán.
Otra característica notable de Raisi es que, una vez que escuchaba el Azhan, rezaba dondequiera que encontraba un lugar adecuado para orar. Por ejemplo, uno de los lugares donde normalmente no vemos a funcionarios rezando en público es en un avión que se dirige a una misión presidencial; Y aún así oró allí. También lo vimos rezar en el Palacio del Kremlin, en las Naciones Unidas y en su famoso viaje a Argelia, donde rezó con los sunitas.
No menos importante es recordar a modo de conclusión que el ex Presidente, en la estela de los valores de la Revolución Islámica, fue un gran defensor de los desfavorecidos y oprimidos de todo el mundo, manteniendo un enfoque islámico sobre esta cuestión que, en muchos casos, no coincide con el enfoque puramente pragmático de la mayoría de los políticos y estadistas del mundo. En particular, defender la causa palestina y apoyar la resistencia ha sido un aspecto importante de la vida del Ayatolá Raisi.