“Los recitadores egipcios del pasado se centraban más en el significado y el mensaje de los versos, transmitiéndolos al corazón y al alma de los oyentes”, dijo Ali Asghar Ghadiri Mofrad en una entrevista con IQNA.
“Como dice el refrán: ‘Las palabras que salen del corazón, seguramente llegarán al corazón’”, añadió.
Mofrad contrastó el enfoque de los qaris del pasado con el de algunos recitadores contemporáneos, de quienes dijo que priorizan la ejecución técnica por encima de la profundidad espiritual. “Algunos recitan únicamente para lograr una entonación hermosa. Pero cuando se recita el Corán, hay que comprometerse con su significado.”
Mofrad destacó la orientación del Líder de la Revolución Islámica, el Ayatolá Ali Khamenei, quien desde hace tiempo insiste en la importancia de comprender los versículos coránicos para una recitación efectiva.
“El Líder considera que entender el significado de los versos es un pilar fundamental de la recitación coránica genuina. El recitador debe captar los temas, sentirse conmovido por ellos, y solo entonces podrá conmover a los demás.”
Citando al Ayatolá Khamenei, dijo que el primer principio es que el qari debe creer en el Corán y en sus conceptos.
“Si no sabemos lo que estamos leyendo, si no comprendemos su significado, y si no toca nuestra alma, nuestra recitación tendrá poco impacto en los demás o en nosotros mismos.”
Aunque reconoció la importancia de las técnicas vocales, Mofrad advirtió sobre una musicalidad excesiva.
“El tono y las melodías empleadas deben estar en sintonía con la esencia espiritual del Corán”, afirmó.
Señaló el énfasis del Ayatolá Khamenei en distinguir entre la recitación coránica y el simple canto, indicando que no se debe confundir la recitación del Corán con el canto.
Mofrad señaló que muchos de los grandes maestros coránicos de Egipto, incluidos Ismail y Rifaat, eran músicos formados, pero respetaban las melodías espiritualmente apropiadas.
“Fueron meticulosos en alinear su recitación con el significado del Corán”, concluyó.
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