El sábado, los musulmanes sunitas emitieron una declaración dirigida a los líderes y a la juventud de los países islámicos, a raíz de los recientes acontecimientos en la región y la victoria de Irán sobre el régimen israelí en una guerra que duró 12 días.
La declaración afirma que resistir a los enemigos y apoyar al frente islámico es un “deber religioso y una obligación divina”. Añade que el fundamento ilegítimo del régimen maligno israelí se basa en la violencia y en las políticas perversas de Reino Unido y Estados Unidos. La entidad ocupante es “un tumor cancerígeno en el cuerpo de los países musulmanes”, se subraya.
Los eruditos sunitas afirmaron que los actos de agresión israelí-estadounidenses contra Irán han evidenciado su fracaso frente al frente de resistencia y advirtieron sobre el riesgo de expansión del conflicto a otros países musulmanes.
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El régimen israelí lanzó una agresión total contra territorio iraní el 13 de junio, atacando múltiples sitios militares y nucleares, y asesinando a altos comandantes militares, científicos nucleares y también a civiles.
En respuesta, las Fuerzas Armadas iraníes atacaron al régimen y sus infraestructuras militares e industriales, utilizando misiles de nueva generación que alcanzaron con precisión los objetivos designados.
Tras 12 días, el régimen de Tel Aviv se vio obligado a declarar un alto el fuego unilateral, en base a un acuerdo propuesto por Washington para evitar nuevos ataques con misiles iraníes.
En otras partes de su declaración, los eruditos sunitas denunciaron los crímenes de Israel contra mujeres y niños palestinos y afirmaron que la Operación Diluvio de al-Aqsa, lanzada por los combatientes de la resistencia palestina contra el régimen, fue una “hazaña sin precedentes” y el inicio de la erosión del aparato militar y económico sionista.
La Operación Diluvio de al-Aqsa, iniciada el 7 de octubre de 2023, fue una respuesta a la intensificación de la agresión del régimen israelí contra los palestinos. La operación implicó la incursión de combatientes en los territorios ocupados, la toma de bases militares israelíes y asentamientos ilegales alrededor de Gaza, así como la captura de más de 240 israelíes.
Los firmantes de la declaración condenaron los ataques israelíes y estadounidenses contra países musulmanes y el asesinato de líderes de la resistencia, lo cual demuestra claramente su hostilidad hacia el frente de resistencia.
Finalmente, instaron a los países musulmanes, a los intelectuales y a los combatientes a tomar una posición clara sobre la necesidad de apoyar de manera concreta al frente islámico.
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