
El ministro egipcio de Cultura, Ahmed Fouad Heno, inauguró oficialmente el museo el lunes, en presencia del ministro de Asuntos Islámicos, Osama Al-Azhari. La iniciativa celebra el rico patrimonio espiritual y cultural de Egipto y rinde homenaje a las voces icónicas de la recitación coránica.
El museo alberga las obras y objetos personales de 11 grandes qaris egipcios, entre ellos Muhammad Rifa'at, Abdul Fattah Shasha'ei, Taha Al-Fashni, Mustafa Ismail, Mahmoud Khalil Al-Husari, Muhammad Siddiq Minshawi, Abu al-Ainain Shuaisha, Mahmoud Ali Al-Banna, Abdul Basit Abdul Samad, Muhammad Mahmoud Tablawi y Ahmed Al-Ruzifi.
Una sección está dedicada a Abdul Basit Abdul Samad, con una colección de sus objetos personales acompañada de un panel biográfico que ilustra sus servicios coránicos. Entre los objetos expuestos se encuentran una foto enmarcada de sus hijos, un gramófono, un turbante y un sombrero, varios rosarios (tasbih), placas de identificación y una caja con una copia del Corán.
Alaa Husni, nieto de Mustafa Ismail, declaró al periódico Misri Al-Youm que la familia donó varios objetos del famoso qari al museo, entre ellos un rosario, un bastón, un reloj, un turbante, ropa, una radio y un panel con recortes de periódico que documentan su reconocimiento por parte de Gamal Abdel Nasser y su presencia junto a Anwar Sadat en un viaje a Jerusalén.
Biransa, hija del jeque Muhammad Mahmoud Tablawi, explicó que el Ministerio de Awqaf se puso en contacto con la familia hace un año para recoger sus pertenencias. La familia donó el Corán, ropa y fotografías del recitador. «Este museo es un gesto hermoso», añadió, «y ha reunido los restos de famosos recitadores del Corán que jamás podrán ser duplicados». El museo no es solo un espacio expositivo, sino un archivo de la memoria colectiva. Reúne objetos que narran la vida cotidiana y la dimensión espiritual de figuras que hicieron de la recitación del Corán un arte universal. Es un homenaje a la tradición egipcia que ha influido en todo el mundo islámico y una invitación a redescubrir el poder de la voz como vehículo de fe e identidad.
https://iqna.ir/en/news/3495784