Casi el 48% de los encuestados dijo creer que "el Islam no es compatible con la sociedad alemana", mientras que el 29% sugirió limitar la práctica del Islam en el país.
"Las actitudes negativas hacia el Islam prevalecen en todos los grupos encuestados: personas con y sin origen migrante", dijeron los investigadores en su informe.
Casi el 44% de los alemanes encuestados dijo que las organizaciones musulmanas deberían ser monitoreadas por las agencias de seguridad del estado, mientras que solo el 16% se opuso a tal medida.
Las actitudes antiislámicas fueron un poco más comunes entre los inmigrantes que llegaron a Alemania desde países no musulmanes. Sin embargo, las personas que tenían contactos sociales con musulmanes eran menos propensas a mantener actitudes antiislámicas, según el informe.
El estudio SVR también analizó las actitudes antisemitas en Alemania y concluyó que el antisemitismo estaba muy extendido entre los alemanes y las comunidades de inmigrantes en el país.
"Las actitudes negativas hacia las personas de fe musulmana y judía crean divisiones y socavan la cohesión social. Sin embargo, tales actitudes no solo las tienen personas sin antecedentes migratorios, sino también personas con antecedentes migratorios", dice el informe.
La SVR pidió una acción más fuerte para contrarrestar las actitudes antimusulmanas y antisemitas en todos los grupos de población mediante la promoción de contactos interculturales y el trabajo contra la discriminación.
Entre otras cosas, las comunidades religiosas deben involucrarse más estrechamente, el diálogo interreligioso y las formas de interacción relacionadas también pueden ayudar a reducir los prejuicios, dijo el grupo.
Un país de más de 84 millones de personas, Alemania tiene la segunda población musulmana más grande de Europa occidental después de Francia. Es el hogar de unos 4,7 millones de musulmanes, según datos oficiales.
El país ha sido testigo de un creciente racismo e islamofobia en los últimos años, alimentado por la propaganda de grupos y partidos de extrema derecha, que se han aprovechado de la crisis de los refugiados y han intentado alimentar el miedo a los inmigrantes.
Las autoridades alemanas registraron al menos 662 delitos de odio islamófobos en 2021. Más de 46 mezquitas fueron atacadas entre enero y diciembre del año pasado y al menos 17 personas resultaron heridas como consecuencia de la violencia antimusulmana.
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