¿Podemos decir que estas calamidades son castigos y que las bendiciones son dones de Dios?
La filosofía de la calamidad tiene diferentes aspectos pero no todas estas penurias tienen el mismo motivo y origen.
Algunos de ellos son calamidades abierta y encubiertamente; algunos de ellos son aparentemente calamidades pero en realidad son bendiciones. Por otro lado, algunas bendiciones son aparentemente una fuente de misericordia y en realidad son calamidades; este es el tipo más peligroso. No es fácil reconocer la categoría de la calamidad que estamos viviendo.
Algunas calamidades son el resultado de nuestras malas acciones; por ejemplo, muchos de los problemas sociales y económicos de las personas tienen una relación directa con los pecados en la sociedad. Los pecadores suelen tener una vida perturbada y esta es la calamidad que ellos mismos han creado.
Cuando alguien continuamente comete pecados, debe esperar sus resultados. Este desenlace o calamidad puede tener diferentes formas; a veces tiene la forma de una calamidad real, pero a veces Dios lo envía en forma de bendición y es posible que uno nunca descubra la realidad.
Este tipo de calamidad se llama "Istidraj" en el Sagrado Corán. Significa acercarse gradualmente al castigo divino y es específico para aquellos pecadores que nunca han respondido al llamado de Allah o que nunca han abandonado los pecados. Estos individuos tienen una forma de arrogancia muy peligrosa, porque incluso piensan que Dios les ha dado bendiciones porque los ama.
Dios mueve a estas personas gradualmente a lugares más altos y les da lo que parecen ser bendiciones, pero hay otro objetivo en juego."A quienes desmientan Nuestos signos les conduciremos paso a paso, sin que sepan como."(Sura Al-Araf, verse 182)
Por lo tanto, no toda bendición es verdaderamente una bendición, y no toda calamidad es verdaderamente una calamidad.
El Profeta Muhammad (bpd) dijo una vez que hay numerosas razones detrás de las calamidades, como poner a prueba a las personas, evaluar su paciencia, eliminar sus pecados o encontrar una posición más alta. Entonces, el mejor enfoque para enfrentar las calamidades es practicar la paciencia y pedir la ayuda de Dios.
