Una artista iraní describe cómo la belleza espiritual del Corán continúa inspirando su trabajo en el arte tradicional del tazhib (dorado), una forma decorativa clásica islámica utilizada para embellecer las páginas del Corán.
“Cada vez que contemplo los versículos del Corán, la belleza divina de las palabras de Dios se me revela a través del arte del tazhib”, afirmó Parvaneh Kaviani, ganadora en la categoría de tazhib en la 29ª edición del Festival del Corán y la Etrat, organizado esta semana por el Ministerio de Salud de Irán y acogido por la Universidad de Ciencias Médicas de Zanjan.
Kaviani añadió que el Corán siempre ha sido el fundamento de su trayectoria artística. “El Corán es el origen del movimiento de mi pincel”.
En declaraciones a IQNA, Kaviani destacó que participar en el festival representa una oportunidad profunda de reflexión, tanto artística como espiritual. “Este festival es una oportunidad para estar a solas con uno mismo, con el Corán y con el arte. Cada pincelada alinea el latido de mi corazón con el ritmo de la revelación, y cada color resuena como un susurro del cielo”.
La joven artista afirmó que participa en el festival cada año desde 2014 y que ha recibido reconocimientos de forma constante. Kaviani considera que la experiencia ha fortalecido su conexión espiritual y ha enriquecido su visión de la vida, del arte e incluso de sus responsabilidades profesionales.
El tazhib, explicó, es una forma de arte ancestral en la cultura iraní-islámica. Emplea intrincados motivos florales y geométricos para iluminar con dorado los márgenes del texto coránico. Esta práctica exige paciencia, precisión y devoción. “Cada obra refleja fe, creatividad y reverencia por el mensaje divino”, afirmó.
“El arte y el Corán son dos caras de la misma moneda”, concluyó Kaviani. “Uno toca el alma a través de la belleza, y el otro la nutre con significado. Juntos guían a la persona hacia una conciencia más profunda de sí misma y una comprensión del Creador”.
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