El Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) ha señalado este domingo que que las recientes declaraciones del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, sobre la guerra en Gaza constituyen un intento desesperado de exonerar al régimen israelí de los crímenes de genocidio y hambre.
“Las declaraciones del criminal Netanyahu no son más que un intento desesperado de absolver al régimen sionista y a su ejército criminal de los crímenes de genocidio y hambruna que, según decenas de informes de organizaciones internacionales y de las Naciones Unidas, han causado la muerte de más de 18 000 niños. Estas declaraciones son una continuación de una retórica engañosa para justificar crímenes de guerra y un intento de distorsionar los hechos”, ha indicado HAMAS en un comunicado.
Al señalar que el uso del término “liberación” por parte del criminal de guerra Netanyahu constituye un intento de distorsionar la realidad de la ocupación, tal como lo estipulan la ley y las resoluciones internacionales pertinentes, HAMAS aha recalcado que “esta es una táctica flagrante que no oculta el crimen de genocidio, asesinato y destrucción selectiva que lleva más de 22 meses ocurriendo”.
El comunicado ha señalado que las declaraciones de Netanyahu sobre su “renuncia a ocupar Gaza” son simplemente un “engaño que oculta sus planes de desplazamiento forzado, destrucción de necesidades básicas y el establecimiento de un gobierno subordinado a él”.
“El criminal de guerra Netanyahu sigue explotando la cuestión de los prisioneros como excusa para continuar la agresión y engañar a la opinión pública, olvidando que el ejército bajo su mando ha causado la muerte de decenas de prisioneros sionistas”, se lee en la nota.
El movimiento palestino ha destacado que el primer ministro israelí canceló el acuerdo de alto el fuego firmado en enero y se retiró en la última ronda de negociaciones, que estuvo a punto de lograr un acuerdo para el intercambio de prisioneros subrayando que la única forma de salvar la vida de los retenidos sionistas es detener la agresión y alcanzar un acuerdo, en lugar de continuar con los bombardeos y el asedio.
HAMAS al hacer hincapié en que el intento de Netanyahu de usar cifras engañosas no engañará a la opinión pública ni a las organizaciones internacionales pertinentes, ha precisado que “si bien la cantidad de ayuda entrante no supera el 10 % de las necesidades humanitarias de la Franja de Gaza, las afirmaciones de Netanyahu de que 2 millones de toneladas de alimentos y ayuda humanitaria han ingresado a Gaza no lo eximen de responsabilidad por el crimen de hambruna que provocó la muerte de 217 palestinos, incluidos 100 niños”.
“En un momento en que los ocupantes cierran deliberadamente los cruces y lanzan ayuda aérea en zonas peligrosas o en el mar, matando a decenas de personas, las últimas estadísticas de la ONU refutan las alegaciones de Netanyahu y confirman la propagación del hambre aguda y la muerte de niños por hambre”, ha subrayado el texto.
En este sentido, HAMAS ha enfatizado que “la insistencia de Netanyahu en continuar con el método de distribución de ayuda humanitaria a través de la inhumana Fundación de Gaza (GHF), que ha matado a unos 1800 palestinos, subraya sus planes de crear hambruna en Gaza y explotarla como una herramienta para el genocidio y el desplazamiento, y rechaza su negación del asesinato de trabajadores humanitarios contradice lo que las organizaciones internacionales y la prensa han documentado sobre los disparos selectivos de civiles que esperan recibir ayuda en lo que se ha conocido como “trampas mortales”.
“La afirmación de que su ejército criminal no impide que los periodistas internacionales cubran los acontecimientos contradice los hechos sobre el terreno y los informes de los medios de comunicación internacionales que han exigido y siguen exigiendo que se permita a sus periodistas entrar en Gaza y documentar los crímenes y masacres de su ejército. Sus declaraciones engañosas también contradicen el sangriento historial de su ejército de atacar y asesinar a más de 260 periodistas palestinos, convirtiendo esta guerra en la peor del mundo en cuanto a bajas de periodistas”, ha constatado.
En esta línea, HAMAS ha puesto de manifiesto que “una vez más desafiamos a Netanyahu a permitir la libre entrada de periodistas y medios internacionales, y esta acción revelará la magnitud de sus crímenes”.
“Las Naciones Unidas y todos los países e instituciones relevantes enfrentan una prueba moral y legal que requiere que tomen medidas inmediatas para detener esta agresión y genocidio, levantar el asedio y garantizar el acceso seguro y completo de la ayuda humanitaria a todas las áreas de la Franja de Gaza, y exigir a los líderes del régimen de ocupación que rindan cuentas por sus horribles crímenes contra niños y civiles indefensos, y rechazar la narrativa engañosa del régimen de ocupación y las mentiras flagrantes de Netanyahu, y trabajar para abrir todos los cruces, detener la guerra y garantizar la protección de los civiles”, ha concluido el comunicado.
Netanyahu afirmó el domingo en un discurso que “dado que HAMAS se ha opuesto al desarme, Israel no tiene otra opción que completar la misión”.
Respecto a la política de hambruna selectiva en la Franja de Gaza, igualmente, señaló que “nuestra política durante la guerra fue prevenir una crisis humanitaria, y hemos enviado dos toneladas de ayuda humanitaria a Gaza desde el comienzo de la guerra. HAMAS ha estado saqueando la ayuda en los últimos meses, lo que ha provocado una crisis. La ONU también se opone a la distribución de la ayuda que ha entrado por el cruce de Karam Abu-Salem”.
“Estoy considerando demandar al New York Times por publicar imágenes falsas de Gaza. Ordenamos al ejército que permitiera la entrada a Gaza a un gran número de periodistas extranjeros, pero el problema es garantizar su seguridad”, apuntó Netanyahu.
Desde el 7 de octubre de 2023, más de 61 430 palestinos han muerto y otros 153 213 han resultado heridos en la guerra genocida israelí en Gaza, donde la ayuda escasea y el bloqueo continúa.
Israel detuvo todos los envíos de ayuda a Gaza el 2 de marzo, después de afirmar sin fundamento que el movimiento HAMAS está “desviando ayuda” para justificar el uso de alimentos como arma contra sus 2,3 millones de civiles.
Bajo presión internacional por empujar el territorio asediado al borde de la hambruna, a fines de mayo Israel impuso un nuevo modelo de distribución de ayuda liderado por la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), respaldada por Estados Unidos, que reemplazó a los tradicionales grupos de ayuda de las Naciones Unidas con décadas de antigüedad. Desde entonces, según la ONU, más de 1400 palestinos han sido asesinados por las fuerzas israelíes mientras intentaban conseguir alimentos.
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