
Ta'avon (cooperación) es un principio islámico general que obliga a los musulmanes a cooperar en buenas obras y les impide colaborar en vanos empeños, opresión y tiranía, incluso si se trata de un amigo cercano o un hermano.
Este principio se opone directamente al predominio del tribalismo de la Jahilia (Era de la Ignorancia) y al partidismo moderno, que dicta "apoya a tus aliados, ya sean opresores u oprimidos". Este principio rige las relaciones internacionales actuales, y los países aliados a menudo se apoyan mutuamente en importantes asuntos globales sin distinguir entre opresores y oprimidos.
Si el principio de cooperación se revitalizara en las comunidades islámicas y la gente colaborara en iniciativas constructivas sin considerar alianzas y absteniéndose de ayudar a los opresores, se resolvería gran parte del malestar social. Del mismo modo, a escala internacional, si los gobiernos mundiales se abstuvieran de cooperar con los agresores, la agresión y la tiranía desaparecerían del mundo.
El Profeta Muhammad (que Dios lo bendiga a él y a su familia) narró: «Cuando llegue el Día del Juicio, una voz anunciará: ¿Dónde están los opresores y sus aliados? Quienes prepararon plumas de tinta (para los opresores), ataron las tapas de las bolsas (para ellos) o mojaron plumas en tinta para ellos. Estos también deben ser reunidos con los opresores».
Al respecto, el Sagrado Corán declara: «Di: “Si vuestros padres, vuestros hijos, vuestros hermanos, vuestras esposas, vuestras tribus, las propiedades que habéis adquirido, los bienes que teméis no se venderán, y las casas que amáis os son más preciadas que Alá, Su Mensajero y la búsqueda de Su Camino, entonces esperad que Alá dé a conocer Su decreto. Alá no guía a los malvados”» (versículo 24 de la Sura At-Tawbah).
Este versículo puede interpretarse como un principio general, lo que significa que el amor relativo y familiar, así como el amor por las personas, los objetos y la riqueza, tienen un alcance legítimo. Sin embargo, cuando este amor choca con el amor por Dios y Su Mensajero, y con el compromiso con Su camino, y el amor mundano prevalece sobre el conocimiento y los mandamientos religiosos, entonces se deben esperar consecuencias negativas, ya que tal amor conduce al pecado, y la persona pecadora no alcanzará la meta.
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