
Un investigador iraní describe la peregrinación moderna como una poderosa herramienta para la conexión cultural, la unidad social y el crecimiento económico.
En declaraciones a IQNA, Hojjat-ol-Islam Ehsan Kafshdar Tusi explicó que en el mundo actual, caracterizado por una creciente complejidad política y social, el turismo de peregrinación ha adquirido dimensiones más amplias y profundas.
Según el investigador, las comunidades que enfrentan crisis de identidad y espirituales están descubriendo que los actos de devoción cumplen múltiples funciones. «En primer lugar, desde una perspectiva cultural y social, la peregrinación representa una poderosa herramienta para la interacción cultural y el conocimiento entre civilizaciones».
Según Kafshdar, entre las comunidades musulmanas, y más específicamente entre los musulmanes chiítas, la peregrinación ofrece valiosas oportunidades para promover la cultura islámica y elevar el nivel cultural de la comunidad. En su opinión, la peregrinación también fortalece la memoria colectiva y preserva el patrimonio espiritual.
El clérigo enfatizó que, en un mundo donde presenciamos la creciente expansión del individualismo, ritos colectivos como la peregrinación de Arbaeen se convierten en símbolos de solidaridad e identidad religiosa-humana compartida, "conectando a personas de diferentes sectas y culturas".
"Desde una perspectiva económica, el turismo de peregrinación se encuentra entre los sectores más grandes y de mayor crecimiento de la industria turística. Se estima que el 38% de los turistas mundiales son viajeros religiosos", afirmó Kafshdar, añadiendo que esto genera empleo local, desarrollo de infraestructura y crecimiento en sectores relacionados. "De hecho, estudios estiman que cada año se realizan entre 300 y 330 millones de visitas a los principales lugares religiosos de todo el mundo".
Desde una perspectiva política y diplomática, Kafshdar señaló que la peregrinación puede servir como herramienta de diplomacia cultural y promover el entendimiento entre las naciones. "En tiempos de crecientes tensiones políticas, las reuniones masivas de peregrinos de diferentes nacionalidades transmiten un 'mensaje de paz y fraternidad' y pueden fomentar un amplio compromiso intercultural, religioso y social". Por lo tanto, según el erudito, en la era moderna, la importancia de la peregrinación va mucho más allá de la dimensión individual o espiritual: "es también un fenómeno cultural, social, económico e incluso político significativo que requiere una planificación y una estrategia cuidadosas".
En cuanto al papel de la tecnología, en particular la inteligencia artificial, Kafshdar destacó su potencial transformador para mejorar la experiencia de la peregrinación. Señaló que la inteligencia artificial permite el análisis de grandes cantidades de datos sobre el comportamiento de los peregrinos, sus patrones de viaje y la demanda de servicios. Esto puede optimizar la fijación de precios, la gestión del transporte y la reducción de costes.
El clérigo también hizo hincapié en los servicios personalizados: "En función de los intereses y necesidades de cada peregrino, es posible sugerir los mejores itinerarios de peregrinación, alojamientos, restaurantes y programas culturales", afirmó.
Kafshdar señaló que ya se está evaluando el desarrollo de chatbots y asistentes digitales basados en IA para los peregrinos. Para concluir, instó a aplicar la tecnología en lugares sagrados y santuarios, emulando y adaptando modelos exitosos de otros países, para ofrecer servicios más rápidos, precisos y eficientes a los peregrinos en la era de los viajes digitales.
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