Unicef advirtió sobre el ‘terrible impacto’ en los niños causado por la represión militar del Gobierno birmano contra el estado de Rajine, de mayoría musulmana.
"El empeoramiento de los conflictos intercomunitarios en el estado de Rajine, en Myanmar, está causando un terrible impacto en los niños, especialmente los que viven en la parte norte del estado, donde miles de niños han sido excluidos de la asistencia humanitaria en las últimas semanas”, alertó el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, en inglés), en un comunicado.
El norte de Rajine ha estado bajo un bloqueo militar desde que un ataque llevado a cabo por un grupo armado desconocido contra los guardias fronterizos del país el 9 de octubre dejó nueve policías muertos. Las autoridades birmanas culparon a los musulmanes rohingyas —una minoría religiosa que reside mayormente en Rajine—, mientras que otros acusan a grupos armados de Bangladés.
El Ejército de Myanmar (Birmania) ha declarado al área una "zona de operación", bloqueando la ayuda y prohibiendo a periodistas y observadores extranjeros visitar la zona. Residentes y observadores de derechos humanos han denunciado asesinatos extrajudiciales, violaciones y detenciones arbitrarias en esta región.
Unicef pidió el martes "la reanudación total de los servicios esenciales y la eliminación urgente de todas las restricciones de circulación de personalde la salud y otros profesionales para que puedan llegar con seguridad a los niños y sus familias”.
Asimismo, exigió al Ejecutivo birmano tomar "medidas urgentes para proteger a los niños de Rajine de toda violencia y apoyar investigaciones inmediatas e independientes sobre posibles violaciones graves contra los niños”.
El martes, el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) anunció el inicio de las primeras entregas de alimentos a unos 6500 residentes, después de que diplomáticos y el alto funcionario de las Naciones Unidas en Myanmar visitaran la región la semana pasada. No obstante, decenas de miles de personas no han recibido alimentos y otras necesidades básicas desde que el Ejército comenzó su ofensiva en la zona.
Los asaltos de los militares contra los residentes en Rajine ha dejado hasta el momento decenas de muertos y un gran número de desplazados.
Desde el año 2012 el estado de Rajine ha sido escenario de violencia comunal a manos de extremistas budistas. El Gobierno niega la plena ciudadanía a los musulmanes, y los considera como inmigrantes ilegales de Bangladés a pesar de que hayan vivido en Myanmar por generaciones. (Fuente: Hispantv)
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