Un parlamentario iraní ha descrito el Hayy como una oportunidad fundamental para promover la unidad entre los musulmanes de todo el mundo y reforzar los esfuerzos colectivos frente a los desafíos comunes.
El Hojjat-ol-Islam Esmail Siavoshi subrayó que la peregrinación anual del Hayy no es solo un viaje espiritual, sino también un poderoso símbolo de unidad y solidaridad islámica.
“El Hayy es una gran congregación religiosa, espiritual, política y social para los musulmanes”, declaró a IQNA, describiendo la peregrinación como un momento en el que los fieles se acercan a la verdad y al propósito divino de la vida. “Cuando los peregrinos entran en el estado de ihram, comienzan a reflexionar sobre la verdad y la rectitud. Al lapidar simbólicamente a Satanás durante el Ramy al-Jamarat, buscan purificar sus mentes y alinear sus pensamientos con Dios”.
Cada año, millones de musulmanes de todo el mundo se dirigen a La Meca para realizar el Hayy. Esta peregrinación es obligatoria al menos una vez en la vida para todos los musulmanes que cuenten con los medios físicos y económicos necesarios. Los rituales se extienden a lo largo de varios días e incluyen la circunvalación alrededor de la Kaaba, la casa simbólica de Dios.
Siavoshi, miembro de la comisión de asuntos culturales del Parlamento, destacó la naturaleza profundamente unificadora de la peregrinación. “Cuando los musulmanes realizan el tawaf, girando alrededor de la Kaaba, transmiten un mensaje: la unidad debe formarse en torno a Dios como eje central”.
“Hombres y mujeres de todas las razas y orígenes visten las mismas ropas y siguen el mismo camino. Esto es una señal clara de unidad, espiritualidad y rechazo del politeísmo, la hipocresía y la arrogancia”.
Según el parlamentario, el Hayy, si se abraza en su pleno significado, podría representar “el mejor programa para unir a la Ummah islámica, el mayor instrumento de coordinación frente a los enemigos del Islam y el beneficio más valioso para el mundo musulmán”.
Siavoshi también señaló que los peregrinos no son simples participantes, sino que cumplen una función representativa. “Los peregrinos no vienen solo a escuchar discursos o declaraciones”, afirmó. “Con su presencia y sus actos, se convierten en parte de un mensaje diplomático y en representantes de sus naciones. Cada peregrino puede transmitir el mensaje de su pueblo a través de su comportamiento”.
El parlamentario agregó: “Si todos los gobiernos islámicos y árabes estuvieran unidos, la situación no sería la actual. Es una vergüenza que el paso de Rafah permanezca cerrado, que la población de Gaza muera de hambre, mientras estos gobiernos siguen proclamando que representan al Islam”.
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