En pasado mes de mayo, funcionarios de la cancillería británica enviaron una carta al Secretario de Relaciones Exteriores, David Lammy; expresando preocupación por una posible “complicidad” del Reino Unido con Israel en el genocidio contra los palestinos en Gaza.
El documento cuestionaba las continuas ventas de armas del Reino Unido, y en reacción la cancillería británica afirmó tener sistemas para que el personal canalizara preocupaciones, al tiempo que agregó que el gobierno había “aplicado rigurosamente el derecho internacional” en relación con la guerra en Gaza.
Según reportes de la BBC, dos funcionarios de alto rango del Ministerio británico de Asuntos Exteriores dieron como respuesta a los firmantes la opción de “renunciar a la función pública” en caso de un profundo “desacuerdo con cualquier aspecto de la política o acción gubernamental”.
El medio, citando a un funcionario firmante de la carta a Lammy, indicó que tal respuesta fue recibida con “indignación”.
El hecho se suma a varias peticiones en Reino Unido para que el gobierno británico cese su complicidad con el régimen israelí, en el genocidio perpetrado contra los palestinos en el enclave costero, devastado por la guerra.
Según informes, pese a la retórica del ejecutivo británico de suspender lazos comerciales con el régimen de Israel, son escalofriantes las cifras de armas y municiones enviadas desde Reino Unido a los territorios ocupados.
El reporte de BBC precisa que la cancillería británica, en su mensaje a los firmantes de la misiva enviada a Lammy, recuerda “el compromiso fundamental del Servicio Civil británico”, comprometido a “aplicar las políticas del gobierno de turno con todo el corazón”.
El Ministerio de Relaciones Exteriores también argumentó que la posición de Reino Unido es que Israel está “en riesgo” de violar el derecho humanitario, pero corresponde a los tribunales internacionales “determinar” si se han producido trasgresiones de las leyes internacionales, y ello podría demorar años.
A finales de mayo, tras el anuncio de la ruptura de lazos comerciales entre Reino Unido e Israel, el enviado comercial británico, Ian Austin, visitó el puerto de Haifa, en los territorios ocupados, hecho que generó polémica sobre la política de Londres hacia Tel Aviv en medio de la guerra contra Gaza.
Desde octubre de 2023, casi 55 000 palestinos han sido asesinados en la Franja de Gaza durante el genocidio israelí, ejecutado con el respaldo armamentístico y diplomático de Estados Unidos y de países europeos como Reino Unido.
hispantv