
El hecho de que las ceremonias de duelo por Aba Abdullah (Imán Husayn) (p) comiencen el primer día del mes de Muharram puede tener varias razones:
Quizás se deba a las palabras del Imán Ar-Ridha (p), quien dijo: “Desde el primer día de Muharram, se podían ver signos de tristeza y dolor en el rostro de mi padre, y estaba de luto”.
También dijo: “Cuando llegó el mes de Muharram, mi padre dejó de sonreír y la tristeza y el dolor aumentaron constantemente hasta el décimo día. Cuando llegó el día de Ashura, fue un día de desgracia, tristeza y llanto para él”. (“Amali” de Shaykh Saduq, p. 128)
O quizás porque de esta manera [los seguidores de Ahlalbayt] pueden prepararse durante estos diez días para participar en el gran duelo del día de Ashura. Porque probablemente, tras diez días de luto y tristeza, escuchar el relato del atroz sufrimiento del día de Ashura será más llevadero. Todos los que participan en las ceremonias de duelo saben que si estas reuniones religiosas comenzaran el día de Ashura, narrar y sentir los sufrimientos de ese día se volvería demasiado doloroso e insoportable.
Por eso el Profeta (saw) dijo: «En verdad, debido al martirio de Husayn, se ha encendido un fuego en los corazones de los creyentes que nunca se apagará» («Mustadrak al-Wasail», vol. 10, pág. 318). Quienes han sentido este fuego saben que es muy difícil entrar en el día de Ashura sin una «introducción».
Por otro lado, es posible que estos diez días sean para algunas personas un período para encontrar la atención y la preparación necesarias para sentir el calor del décimo día. Quienes tienen un corazón negligente o cuyo amor por el Imam Husayn (p) ha disminuido debido a la excesiva atención a las cosas mundanas, tienen diez días para asistir a las ceremonias de duelo y escuchar las enseñanzas religiosas a fin de prepararse adecuadamente y no llegar al día del gran duelo por Aba Abdullah al-Husayn (p) sin la sensibilidad y la atención necesarias.
O quizás la razón sea que estos días son en realidad un anuncio de nuestra disposición a ayudar a la causa del Imam y no son un simple duelo. Como si quienes asisten a las ceremonias, ya desde el comienzo del mes de Muharram, acudieran a la tienda del Imam Husayn (p) con el objetivo de ayudar a su mawla y no dejarlo solo. Por eso las ceremonias de estos diez días tienen un aire épico y las procesiones de luto marchan con los símbolos de los grupos de combatientes, mientras que las ceremonias de la tarde y la noche de Ashura tienen un aire triste, y es tradición arriar, y no mantener izadas, las banderas en señal de martirio de Aba Abdillah.
Por Ustad Panahian
https://iqna.ir/it/news/3491788/