
En un comunicado, FEERI expresó su profunda consternación por los recientes ataques contra la comunidad musulmana en España, calificándolos de "graves amenazas a la cohesión social y al Estado de derecho".
La condena se produce tras un presunto incendio provocado en una mezquita de reciente construcción en la localidad de Piera, en la provincia de Barcelona. El incendio se declaró en la madrugada del sábado, poco después de las 3:00 h, destruyendo la mezquita, pocos días antes de su inauguración oficial.
Según fuentes locales, el fuego consumió rápidamente el lugar de culto a pesar de los esfuerzos de los bomberos, dejando el edificio inutilizable.
Las tres principales organizaciones musulmanas de Cataluña —UCIDCAT, FCIC y FIC— denunciaron conjuntamente el incidente como un "ataque cobarde" y sugirieron que el acto fue premeditado, calificándolo de intento de "quebrantar la cohesión social" en la ciudad. "Estos actos pretenden socavar el espíritu de entendimiento que ha caracterizado a Piera desde hace tiempo", declararon.
Piera, un municipio de aproximadamente 17.500 habitantes, incluyendo 1.700 ciudadanos extranjeros, ha sido escenario recientemente de otros incidentes de presunta violencia motivada por el odio. A finales de mayo, un incendio nocturno dañó parcialmente un centro estatal para menores no acompañados en la misma localidad. Las autoridades no han descartado una conexión entre ambos incidentes.
El ataque a la mezquita se produce en medio de una creciente tensión en Torre Pacheco, en la región de Murcia, donde manifestantes de extrema derecha han organizado protestas tras un ataque violento presuntamente cometido por jóvenes marroquíes. Según informes, los manifestantes corearon consignas antimusulmanas, lo que ha suscitado aún más preocupación entre los grupos de derechos musulmanes.
FEERI condenó las protestas e instó a los gobiernos locales, regionales y nacionales a reforzar la seguridad en los lugares de culto y combatir el discurso de odio. «Un ataque a un lugar de culto es también un ataque a la dignidad de toda una comunidad», declaró el grupo.
La alcaldesa de Piera, Carme González Anjaumà, también instó a la calma y expresó su pleno apoyo a la comunidad musulmana de la ciudad, a la que describió como "bien integrada". Enfatizó que Piera sigue siendo un "espacio de cohesión social" y pidió a la ciudadanía que espere el resultado de la investigación policial en curso.
Otros grupos se hicieron eco del llamado a la unidad. La comunidad cristiana local, incluyendo la iglesia diocesana y la parroquia de Santa Maria de Piera, emitió un comunicado condenando la violencia y expresando su "solidaridad y cercanía" con sus vecinos musulmanes.
El grupo activista Unitat Contra el Feixisme i el Racisme (UCFR) calificó el incidente de "acto islamófobo" y "ataque a la libertad religiosa", argumentando que se deriva de "una narrativa que normaliza el miedo, el rechazo y el odio hacia los musulmanes". El grupo exigió una "investigación exhaustiva y rápida".
FEERI concluyó su declaración reafirmando su compromiso con los principios democráticos y el diálogo: "No responderemos al odio con odio", dijo, alentando a todas las comunidades a unirse por la justicia y la inclusión.
https://iqna.ir/en/news/3493851