El Gran Muftí de Egipto subrayó que el Corán no considera las diferencias entre naciones y culturas como una causa de conflicto, sino más bien como una oportunidad para la cooperación y el consenso.
Nazir Mohammed Ayyad hizo esta observación en un discurso el viernes, segundo día del VIII Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales, que se celebra en Astaná, capital de Kazajistán.
El religioso destacó que cuando el pensamiento religioso se centra en las cuestiones del desarrollo, se basa en un principio elevado y en un mensaje divino claramente evidente en la palabra de Dios Todopoderoso: “Él es quien os ha creado de la tierra y os ha hecho habitar en ella”. (versículo 61 de la Sura Hud)
La invitación a cultivar la tierra y prohibir la corrupción forma parte del mensaje divino que los mensajeros de Dios han transmitido a su pueblo, afirmó.
El Gran Muftí de Egipto recordó las declaraciones de los profetas Salih (la paz sea con él) y Moisés (la paz sea con él) a su pueblo, tal como se mencionan en los versículos del Corán, afirmando que estos nobles versículos fueron revelados para dejar claro que los profetas (la paz sea con ellos) prohibieron a su pueblo toda forma de corrupción en la tierra, en el mar y en el aire.
“La civilización islámica ha demostrado a lo largo de los siglos que el verdadero desarrollo se basa en una combinación de conocimiento, valores religiosos y morales”, subrayó. “Grandes ciudades como Samarcanda, Bujará, Bagdad, Damasco y El Cairo florecieron, donde la economía se fusionó con la cultura y el espíritu con el conocimiento. Estas civilizaciones contribuyeron a la formación de un patrimonio humano común que enriquece la conciencia humana”.
Ayyad añadió: “Cualquier progreso material o científico que no se base en estándares morales y espirituales se convierte inevitablemente en una herramienta de destrucción y corrupción, mientras que el desarrollo ligado a los valores sitúa a las personas en el centro del proceso de desarrollo y trae bienestar a todas las generaciones”.
Citando el versículo 13 de la Sura Al-Huyurat: “¡Oh humanidad! Os hemos creado de un varón y una hembra, y os hemos hecho pueblos y tribus para que os conozcáis. El más noble de vosotros ante Alá es el más justo de vosotros”, subrayó que los valores de la convivencia y el diálogo son la base del desarrollo social y de una paz duradera.
Ayyad explicó que el Sagrado Corán no considera las diferencias entre personas y culturas como motivo de conflicto, sino más bien como una oportunidad de cooperación y armonía.
El religioso también subrayó que el diálogo no es opcional, sino una necesidad vital en un mundo cada vez más interconectado.
Solo a través de la capacidad de comunicarse e intercambiar conocimientos las civilizaciones humanas han contribuido a la formación de un patrimonio humano común.
Inaugurado el jueves por el presidente de Kazajistán, el VIII Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales cuenta con la participación de 150 delegaciones procedentes de más de 60 países.