Una de esas niñas es Saji Ayash, quien perdió a su padre en un bombardeo israelí durante los primeros meses de la guerra. Desde su campo de refugiados, se unió a un programa en el campamento de Al-Baraka, en el sur de Gaza, dedicado a apoyar a 500 niños y niñas huérfanos, informó Rudaw Net.
Saji, ya memorizadora del Corán, expresó con orgullo: “Somos los hijos de los mártires. Nuestros padres trabajaron duro para que memorizáramos el Corán, para enorgullecerlos y coronarlos con la corona de honor en el Día del Juicio”.
Añadió: “Como hija de un mártir, me honra memorizar y recitar el Corán en este campamento. Espero que mi recitación sea una fuente de orgullo para mi padre y una recompensa para él en el Paraíso”.
Otro participante, Saif Abu Bakr, es el único sobreviviente de su familia. “Vivíamos con seguridad y felicidad, pero en esta guerra mi padre, mi madre y mis tres hermanas fueron martirizados en el bombardeo israelí. Yo escapé con heridas y quemaduras”, dijo. A pesar de su pérdida, Saif subrayó su determinación: “Con toda la opresión, el dolor y el hambre, continuaré memorizando el Libro de Dios para seguir el ejemplo del Profeta y completarlo”.
Muaz Abu Ajwah, otro huérfano que asistió a la ceremonia de finalización del Corán, rompió en llanto al recordar a su padre. “Memorizo el Corán y participo en esta ceremonia de finalización para poder presentar la recompensa a mi padre en el Paraíso”, dijo. “A pesar del dolor y la pérdida, continuaré mi camino con el Corán para hacer feliz a mi padre en el Paraíso y enviarle la recompensa de mi memorización y recitación”.
Su dedicación se da mientras el Ministerio de Dotaciones y Asuntos Religiosos de Gaza informa que más del 90 por ciento de las mezquitas en la Franja han sido destruidas, lo que ha obligado a los palestinos a convertir tiendas de campaña para refugiados en lugares de culto y estudio coránico.
La agresión israelí ha matado a más de 65.000 palestinos en Gaza desde el inicio de la guerra en octubre de 2023. Los ataques incesantes han desplazado internamente a casi toda la población de 2,2 millones, ya que el estricto bloqueo israelí ha provocado una hambruna generalizada en el territorio.