
Naser Shafiei, psicólogo e investigador del comportamiento adolescente, declaró a IQNA que los padres deben reemplazar la idea de “educar” a sus hijos adolescentes por la de “interactuar” con ellos. Explicó que el término educar suele provocar resistencia, mientras que interactuar implica acompañarlos con comprensión.
“Los adolescentes odian que les den sermones o los culpen”, dijo Shafiei. “El Imam Alí (la paz sea con él) aconsejó: ‘No reproches demasiado a los demás, pues conduce a la hostilidad y al resentimiento’. Lo mismo ocurre con nuestros adolescentes: la crítica constante solo los aleja”.
Señaló que una de las principales razones por las que los jóvenes recurren a sus amigos y a las comunidades en línea es que allí encuentran aceptación. “Sus amigos no los critican. Los escuchan. Los padres deben crear ese mismo sentimiento de aceptación en casa”, añadió.
Shafiei subrayó que los padres que deseen comunicarse eficazmente deben primero “entender el mundo en el que viven sus adolescentes”.
Sin familiaridad con las plataformas de redes sociales como Instagram, advirtió, “no habrá entendimiento mutuo y las conversaciones fracasarán”.
Citó investigaciones de universidades occidentales que muestran que el 45 por ciento de los adolescentes afirman sentirse solos a pesar de vivir en un mundo hiperconectado. “Las redes sociales, aunque ofrecen información infinita, están creando una generación que se siente vacía y desconectada”, dijo.
Según él, las redes sociales desempeñan ahora un papel central en la formación de la identidad de los adolescentes, un proceso que antes estaba guiado por la familia y la comunidad. “Si esta influencia no se gestiona, su identidad puede formarse de manera incompleta y perjudicarlos en la adultez”, señaló Shafiei.
Advirtió a los padres que gestionar la exposición digital no significa prohibirla. “No se puede eliminar las redes sociales; hay que aprender a gestionarlas”, dijo. “La gestión empieza por uno mismo. La educación es visual, no auditiva: los hijos aprenden de lo que haces, no de lo que dices”.
Shafiei aconsejó a los padres dar ejemplo limitando su propio tiempo frente a las pantallas. “Si llevo mi teléfono por toda la casa o incluso al dormitorio, no puedo decirle a mi hijo que no haga lo mismo”, comentó.
También advirtió que el uso excesivo de las redes sociales altera el sueño y el comportamiento de los adolescentes. “Cuando el sueño se ve afectado, el cuerpo y la mente pierden equilibrio. Es entonces cuando observamos irritabilidad, agresividad o comportamientos extraños”, explicó.
Para reducir la ansiedad y el estrés entre los adolescentes —problemas que, según él, se intensifican con la adicción digital—, Shafiei recomendó ayudarlos a expresar sus pensamientos por escrito. “Escribir ralentiza la avalancha de pensamientos y evita que se conviertan en acciones impulsivas”, dijo.
Shafiei hizo un llamado a las familias para “fortalecer los lazos emocionales dentro del hogar” y crear entornos estructurados y amorosos donde la fe y la empatía guíen el comportamiento. “Habla con tu adolescente con la comprensión de su tiempo”, dijo. “Si lo haces, te escuchará.”