Evocando la batalla de Qalamún, Su Eminencia subrayó las consecuencias tácticas de lo que calificó de «éxito militar sin precedentes», en especial la recuperación de un territorio bastante accidentado, con montañas de más de 2.000 metros donde había bases, campos de entrenamiento y fábricas de armas y coches bomba de los grupos armados.
Asimismo, antes de abordar su discurso, Sayyid Hassan Nasralá aclaró algunos rumores acerca de su salud, diciendo: «Con respecto a mi salud, quiero aseguraros que no sufro ninguna enfermedad, gracias a Dios. Estoy en plena forma y no tomo ningún medicamento y esto es, en sí mismo, una bendición del Todopoderoso».
Derechos reservados © 2014. Todos los derechos pertenecen a la Agencia Internacional de Noticias Coránicas (IQNA).
3304143